Comercio en El Inca sobrevive con pura respiración artificial

IMPACTO. La zona comercial aún no logra superar el impacto económico.
IMPACTO. La zona comercial aún no logra superar el impacto económico.

La avenida El Inca luce como nueva, con una gruesa carpeta de concreto recién colocada, tras cuatro meses de espera. El movimiento comercial a los costados de esta estratégica vía del norte de Quito, sin embargo, no ha vuelto a ser el mismo.

Por lo menos no hasta que los locales de esta zona se recuperen de las pérdidas que ocasionó el obligado cierre mientras duraban los trabajos de repavimentación entre septiembre y enero.

Y así lo testimonian responsables de pequeños y medianos establecimientos comerciales y de servicios consultados en un recorrido en el tramo comprendido entre la Amazonas y la 6 de diciembre.

Guillermo López, responsable de una mecánica de autos y motocicletas, reveló que “ni un solo cliente de autos vino en el tiempo del cierre” y tuvo que quedarse solamente con uno de los cuatro empleados que tenía. Y con la deuda del arriendo.

“Antes del cierre de las vías teníamos clientela que atendíamos con cuatro empleados. Teníamos una demanda de 46 almuerzos. Hoy no tenemos ni la mitad de esa demanda y solo tenemos 2 empleados”, comentó Fernando Valdez, responsable de un restaurante ubicado cerca de la intersección de la calle Isla Seymour.

Otros problemas
Mientras señalaba con su dedo pequeñas acumulaciones de tierra en la esquina y montículos extraídos del parterre central tras la colocación de decenas de árboles, Valdez opinaba: “Mientras no acaben por completo la vía, la clientela tampoco regresará por completo”.

Apenas Valdez acabada de decir estas palabras, en la vía se levantaba una finísima nube de polvo tras el paso de uno de los alimentadores de la Ecovía, que avanzaba con la mitad de su capacidad de 42 pasajeros en dirección a la Estación Río Coca.

Se trataba apenas de una de los más de 12.000 vehículos que según datos oficiales circulan cada día por esta vía, sobre todo hacia y desde la Simón Bolívar, que a su vez conecta el norte de Quito con los extremos norte y sur de la ciudad.

Para facilitar semejante volumen de tránsito en esta avenida, aún está pendiente la pintura de líneas de división de carriles y pasos peatonales y colocación de nuevas señales informativas y de tránsito en todo el tramo de pavimentación de 2,7 kilómetros entre las calles Las Palmeras, en el costado oriental, y la avenida de La Prensa, en el costado occidental. (JCER)

Las obras, hasta abril
° Según la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas “se estima que concluya la obra total con señalización aproximadamente en abril”.

Esto, agrega, debido a que se requiere un tiempo adicional tras la colocación del nuevo pavimento para que los nuevos tipos de materiales de la pintura tengan mayor adherencia y durabilidad.

Lo que se hizo
En detalle

° Barrios beneficiados directamente: Chaupicruz, Zaldumbide, Las Acacias, Jipipaja, Dammer 1, San Isidro del Inca y Los Laureles.

° Se utilizó pavimento rígido cuya vida útil es de aproximadamente 20 años y requiere menor mantenimiento rutinario.