El relleno sanitario del Inga estaría al límite

Tiempo. El relleno del Inga inició sus operaciones en enero de 2003. El cubeto 9B fue inaugurado el 28 de enero de 2019 y costó 9,4 millones de dólares.
Tiempo. El relleno del Inga inició sus operaciones en enero de 2003. El cubeto 9B fue inaugurado el 28 de enero de 2019 y costó 9,4 millones de dólares.

Los moradores del sector también han denunciado el derrame de lixiviados en el río aledaño. Emgirs descarta problemas.

Fue el concejal Eduardo del Pozo quien, durante una sesión de Concejo Metropolitano, denunció el mal manejo de los residuos sólidos en el relleno del Inga, donde diariamente se depositan las 2.215 toneladas de basura que generan Quito y el cantón Rumiñahui.

El concejal, apoyado en un informe de la Secretaría de Ambiente, realizado tras una visita ‘in situ’, habló de una posible “crisis ambiental” en el relleno, ya que habría menos de 90 días para preparar otro espacio donde se almacena la basura (hasta el 22 de agosto del 2020), que se lo conoce como cubeto, ya que el usado hasta ahora estaría al límite.

Marianella Irigoyen, exsecretaria de Ambiente, indicó que hace un año se le había advertido a la Alcaldía que el cubeto 9B estaba llegando al límite de su vida útil. “Hasta el momento Emgirs no ha presentado ninguna planificación de la implementación de un nuevo cubeto”.

Esto habría motivado la renuncia de Hernán Alvarado al cargo de gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs-EP), puesto que, desde el 05 de junio, ocupa Xavier Sinche.

Descartan colapso

Sinche señaló que se han realizado análisis técnicos en el relleno sobre la capacidad del cubeto y su tratamiento: “Hemos establecido los lineamientos técnicos necesarios para garantizar que ninguna de estas situaciones generen una emergencia”. Aunque reconoció que en gestiones pasadas hubo una falta de tratamiento de los lixiviados (líquidos generados por la basura).

El relleno del Inga capta 2.125 toneladas de basura diarias.Alvarado dice que esto responde a una falta de capacidad de procesamiento, pues en el relleno sanitario se producen 400 metros cúbicos diarios de lixiviados, pero se trataban máximo 200 metros cúbicos y los 200 restantes se quedaban dentro del relleno.

Sinche indicó que hasta diciembre de 2019 se contaba con un tratamiento que cubría hasta 700 metros cúbicos diarios, pero que después hubo problemas en las contrataciones del proveedor que realiza el tratamiento de lixiviados. Es decir que, entre diciembre y febrero del 2020, estos líquidos se acumularon. Después, según Sinche, entre marzo y mayo se realizó un nuevo tratamiento que evitó que las piscinas se desborden.

Sin embargo, los moradores del sector el Inga han denunciado que los lixiviados llegaron al río del sector.

Lo que habría pasado es que por las fuertes lluvias se debilitó el talud de una de las piscinas y un remanente del lixiviado se derramó, pero se habría controlado a tiempo. “No se fue al río, eso es algo que hay que aclarar, se realizó la remediación de inmediato”, dijo el gerente durante una entrevista televisiva.

Marcos Proaño, miembro de la asociación ambientalista ‘Verde Vivir’, señala que en los próximos días acudirán al lugar para tomar muestras. “Si comprobamos que esto pasó podría tratarse de un delito ambiental por negligencia”.

A dónde irá la basura

Mientras los días pasan se abre la interrogante sobre a dónde irá la basura, cuando el cubeto 9B termine su vida útil. Sinche aseguró que actualmente hay un proceso licitatorio para la construcción de un nuevo cubeto. “Al final de este periodo, del ciclo del cubeto 9B, contaremos con un nuevo sitio de disposición final”.

60% de la basura recolectada en Quito y Rumiñahui son desechos orgánicos.El plazo es corto, pero Sinche resaltó que a través de análisis técnicos hay zonas aprovechables que darán tiempo para acondicionar el cubeto 10. “Garantizamos que no va a haber un colapso de la basura o que no vamos a contar con un sitio de disposición final”.

Un cambio de sistema

Fausto Viteri, ingeniero ambiental, indica que todo relleno sanitario va a colapsarse. “El Inga ya está cumpliendo su etapa, esto se prevé como parte de la evolución de los rellenos”.

Pero lo ideal, comenta el también catedrático, es implementar un nuevo modelo de tratamiento de desechos. “Quito ya debe pensar en manejar un sistema de reciclaje público. Tener instalaciones dedicadas a reciclar y aprovechar el material, no solamente poner en manos del consumir sino que la ciudad como tal generar este tipo de alternativas que permitan reutilizar”.

Emgirs-EP es una empresa pública, pero el tratamiento de lixiviados y construcción de cubetos se hace mediante contratación externa.Por su parte Daniel Sánchez, experto en gestión de residuos, dice que es necesario que una institución como Emgirs tenga la capacidad propia de tratar lixiviados o construir cubetos. “No es posible que tengan que esperar a que un proveedor los ayude (…) Esto quiere decir que posiblemente no cuentan con laboratorios propios”. (AVV)