Voley, fiestas y control militar en calles de Quito

Controles. Las Fuerzas Armadas aumentarán su vigilancia en ciertas zonas de Quito, junto a policías y funcionarios municipales.
Controles. Las Fuerzas Armadas aumentarán su vigilancia en ciertas zonas de Quito, junto a policías y funcionarios municipales.

Desde clausurar burdeles hasta suspender actividades deportivas, fue el trabajo de las autoridades este fin de semana.

Redacción QUITO

Desde este fin de semana, siete zonas de Quito están bajo un control especial del Ejército, Policía y agentes municipales, a fin de impedir la propagación del Covid-19, según anunció el viernes la ministra de Gobierno, María Paula Romo.

La funcionaria, quien preside el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional, encargado de decidir las normas para encarar la pandemia, manifestó que la medida se inició la noche del jueves.

Respecto a las reuniones de más de 25 personas, permitidas bajo color amarillo en la escala epidemiológica del país, apuntó que algunos sectores «han malinterpretado» la medida y que en lugar de que se produzcan encuentros en «burbujas sociales», se están llevando a cabo fiestas y eventos grandes, algo totalmente prohibido en el actual estado de emergencia sanitaria.

La ministra recordó que pese a que Quito se encuentra en amarillo, la disposición nunca se autorizó para la urbe. Además, la capital inició el 03 de junio una nueva etapa de desescalada, en la que se han incrementado los contagios, por lo que sigue bajo algunas limitaciones pese a no encontrarse en rojo, como el cierre de teatros y cines o la suspensión del transporte interprovincial, entre otras medidas.

No terminaron el set

El sábado, precisamente, ejecutaron un operativo la Policía, Fuerzas Armadas y Municipio, para frenar actividades que están prohibidas durante la aplicación del semáforo amarillo, donde suspendieron incluso centros de tolerancia.

En la parroquia de Calderón, que hasta ese día presentaba el mayor número de contagios de Covid-19, con 608 casos, se canceló incluso un partido de vóley.

En el mismo sector, se emitió otras cinco citaciones a establecimientos que no tenían permisos de funcionamiento, donde también decomisaron dos litros de licor artesanal. Además, se sancionó a cinco personas por no usar mascarilla.

Desorden. La gente se reunió en canchas deportivas barriales.
Desorden. La gente se reunió en canchas deportivas barriales.

‘Recién llegué’

Excusas como “recién llegué” o “somos familia, es mi cumpleaños”, escucharon las autoridades durante el recorrido por diferentes zonas de Quito, donde se buscó también frenar el desarrollo de fiestas que se realizaban en medio de la clandestinidad, sin respetar las más mínimas condiciones de bioseguridad recomendadas para evitar contagios.

La intendenta de Policía, Daniela Valarezo, informó, en su cuenta de Twitter, que en el Valle de los Chillos se clausuró un ‘night club’ que estaba operando en la ilegalidad, pues las restricciones del semáforo amarillo también aplican para este tipo de establecimientos.

“Sin responsabilidad ciudadana, no habrá controles que alcancen”, escribió la funcionaria en uno de sus tuits.

Como resultado de los operativos, se notificó que, en total, 46 personas fueron sancionadas por incumplir el toque de queda, mientras que otras 13 fueron sorprendidas realizando actividades deportivas que no están permitidas. (FLC)

No se logra conciencia en siete sectores

Las zonas de Calderón, Cotocollao, Belisario Quevedo, Centro Histórico, La Magdalena, Chillogallo y Guamaní, concentran el mayor número de contagios y tienen «una mayor dificultad para que la ciudadanía cumpla con las normas de aislamiento, como la mascarilla y la distancia», dijo la ministra Romo.

La Policía se hará cargo de tres de esos sectores, mientras que otros dos serán vigilados por las Fuerzas Armadas y dos zonas adicionales por el Gobierno local.

La vigilancia se traducirá en el refuerzo de los controles y la seguridad en las calles, no solo por parte de las fuerzas del orden, sino también por brigadas médicas, que continuarán su labor de supervisar la aparición de síntomas asociados con el coronavirus entre la población.