Desconocen a Lukashenko, investido ya en Bielorrusia

Lukashenko. En medio de la clandestinidad, fue embestido como presidente.
Lukashenko. En medio de la clandestinidad, fue embestido como presidente.

Redaccón MINSK

Occidente se niega a reconocer a Alexandr Lukashenko como presidente de Bielorrusia, después de una investidura casi clandestina, no anunciada previamente y sin presencia diplomática extranjera, mientras la oposición ha decidido responder a la represión policial con su propia reforma de la Constitución.

“Gritan que no nos reconocen. Nosotros no le pedimos a nadie que reconozca o no nuestras elecciones”, dijo ayer Lukashenko, según la agencia oficial Belta.

Lukashenko, quien hizo estas afirmaciones durante un acto en la embajada de China, uno de los pocos aliados que le quedan junto a Rusia, intentó quitar hierro a la unánime condena occidental, pero la creciente presión internacional está a punto de traducirse en sanciones.

Condena internacional

Mientras Chipre sigue bloqueando las sanciones de la Unión Europea (UE), Estados Unidos y el Reino Unido se plantean aprobar hoy restricciones contra funcionarios bielorrusos de alto rango por fraude en los comicios y la dura represión policial de las protestas.

EE.UU., acusado por Moscú y Minsk de patrocinar esas movilizaciones, ha dado un giro a su reciente deshielo en las relaciones con Bielorrusia, sin embajador estadounidense desde 2008. El Departamento de Estado aseguró que Lukashenko carece de legitimidad.

La UE también anunció que no reconoce la toma de posesión de Lukashenko como presidente de Bielorrusia por los «resultados falsificados» de las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto.