LA CONCORDIA. Hace dos años (2015), Rafael Carrión Cueva, de 50 años de edad, sufrió un coma diabético, es decir que tuvo una afección en su estado de conciencia debido a un nivel extremadamente alto de azúcar en su sangre, por lo que fue trasladado de urgencia desde La Concordia al hospital de Santo Domingo.
Luego de estar un mes internado en esta casa de salud y debido a su estado de gravedad fue derivado a un hospital de Quito, donde le dieron pocas probabilidades de vida, pero con la ayuda de los médicos y su voluntad de vivir, dos meses después le dieron de alta, solo que ya no tenía movilidad en en sus piernas.
“Los galenos me dijeron que debido al problema de elevado nivel de glucosa en la sangre sufrí un descontrol en la columna vertebral lo que me impide caminar, pero con voluntad, ejercitación diaria y fe en Dios lo volveré a hacer, por eso cada mañana emprendo mi periplo de recorrer 8 kilómetros por el bypass y calles de La Concordia, en mi silla de ruedas”, aseguró.
Rutina diaria
Rafael, que es como lo conocen cariñosamente en el cantón La Concordia, agregó que en un principio se le hizo duro adaptarse a movilizarse en una silla de ruedas, ya que siempre estuvo acostumbrado a ser muy activo en su trabajo de finquero, barbero y pintor.
EL DATO
Rafael es padre de cinco hijos, ya mayores de edad.
“Una noche mientras meditaba en mi habitación me propuse empezar una nueva vida, al día siguiente madrugué, agarré a mis dos perritos de raza caniche, llamados ‘chiquita y peluchina’, los amarré a mi silla y recorrimos el by pass de La Concordia y el centro de la ciudad, ahora eso es una rutina diaria y me siento mucho mejor”, refirió.
Rafael, además puso su propio negocio para mejorar su salud y la de otras personas con problemas de diabetes y otras enfermedades generadas por mala alimentación. “Instalé en el barrio San Rafael, un local de venta de extractos de frutas y vegetales, me va muy bien además que me ayudó mucho en mi problema de salud”. (JAR)
Optimismo
Rafael Carrión hizo un llamado a las personas con discapacidad para que no se dejen vencer por la adversidad y miren la vida con optimismo, practicando alguna actividad deportiva y alimentándose correctamente. “Desde que empecé a ejercitarme con mi silla de ruedas y a tomar los extractos naturales, abandoné la medicina, ahora llevo mi vida normal y con deseos de vivir mejor, lo que hace falta son espacios recreativos para los discapacitados”, reclamó Rafael Carrión Cueva.