Drogas

La denominada Ley de Drogas que acaba de aprobar la Asamblea Nacional la semana anterior, que establece la aplicación de penas más severas para castigar a traficantes de pequeñas dosis, trae nuevamente al tapete de la discusión, el caso de la adicción a estas sustancias, pandemia que exige respuestas inmediatas para frenar su avance. Las estadísticas revelan que actualmente hay 23.000 ciudadanos adictos, con porcentajes mayores en la franja etaria comprendida entre los 11 y 18 años, que requieren tratamiento inmediato. Es indispensable aclarar que la drogadicción, en tanto problema global, surge como consecuencia de desenvolvernos en una sociedad compleja donde las crisis son permanentes: Crisis económicas, sociales, de valores, culturales, religiosas, pero fundamentalmente una crisis del “nosotros”, que da lugar a un marcado individualismo, que se manifiesta en la imposibilidad de construir algo con otro, y ante este vacío, el consumo de sustancias psicotrópicas aparece como una alternativa interesante.

Por tal razón, no es con leyes que endurezcan las penas a quienes se dediquen al tráfico de pequeñas dosis de drogas lo que puede acabar o prevenir este problema, sino implementando programas estatales articulados, que contemplen mecanismos para la prevención del uso y consumo de drogas, así como el diagnóstico, tratamiento, rehabilitación e inclusión social de los afectados, programas que necesariamente deberán incluir a los padres, para educarles sobre cómo alcanzar que sus hijos crezcan en un ambiente familiar amoroso, con una disciplina adecuada, con respeto, y alejados del infierno de la adicción.

Uno de los ejes que tiene la nueva normativa, para la protección a la población, sobre todo niños y adolescentes, precisamente es la educación; por eso, a partir de ahora, las empresas deben crear proyectos para sus empleados para capacitarles para que respondan las inquietudes, dudas y preocupaciones de sus hijos acerca de las drogas, así como sus causas y consecuencias; también se dispone la inclusión obligatoria de una asignatura sobre este tema, en la malla curricular de los planteles educativos. Esperemos que estas medidas sirvan para que los padres fomenten en sus hijos la autoestima y actividades que incrementen sus potencialidades, para mantenerles alejados de acciones que como la droga, conducen a su autodestrucción.


[email protected]