Hay tanto por hacer

La consulta popular es aceptada por un 84% y las preguntas están casi definidas. Todas tienen, según encuestas, elevados porcentajes de respuesta afirmativa, aunque para el análisis y definición no aparecen los anexos o no hay la suficiente profundidad.

Sobre la base de los temas castigo político a los corruptos, cese del Consejo de Participación Ciudadana, reelección indefinida, derogatoria de la ley de plusvalía, reducción de la zona de explotación del ITT, restricción de la minería metálica y la no prescripción de sanciones por crímenes sexuales a menores, invito a un ejercicio de análisis y crítica: ¿La solución a los problemas declarados está en la educación?

Me limito a opinar sobre el último tema, el de los crímenes sexuales contra niños y adolescentes, pregunta sensible, actual y permanente. La sociedad, la familia y la escuela son las directamente responsables, pero la primera, descompuesta como está, deja a la última todo el cometido.

En las aulas se han perpetrado atrocidades y el Gobierno no tiene estudios ni datos actualizados. Seguramente no hay programas de capacitación docente y de información a padres.

La Unicef, que respalda la pregunta de la no prescripción de delitos sexuales contra niños y adolescentes, ha difundido una guía actualizada. Contiene desde consejos para detectar los cambios de comportamiento de los abusados hasta modelos de charlas con lenguaje apropiado para niños desde los tres años de edad.

Dicen que más allá de la prevención, el problema son los modelos educativos y que en el nuestro, lo digo yo, es deficitario. Si las respuestas al ejercicio que propuse coinciden en que todo está en la educación, avale mi afirmación: hay tanto mucho hacer en la educación, partiendo de la revisión de su filosofía.

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