POR: ÁNGEL MIGUEL RAMÓN
La fibra alimentaria es una substancia que es indispensable en la alimentación humana y tiene la función de volver lento el tránsito de los alimentos y la absorción de los mismos en una buena cantidad de carbohidratos y grasas, este componente se encuentra en varios alimentos, como: cereales, legumbres, verduras, gegetales, hortalizas y frutas.
Hay dos tipos de fibra: Fibra soluble se encuentra en ciertos vegetales y frutas que al ser ingeridos se une con el agua y forma una capa gelatinosa que cubre la mucosa del intestino impidiendo la absorción en parte de carbohidratos y grasas.
Fibra insoluble: es la que está en ciertos alimentos integrales que absorbe poca agua que pasa integra del intestino delgado al colon donde se fermenta por la acción de las bacterias y ayuda al microbioma, aumentando su cantidad de bacterias buenas y ayuda a la consistencia de las heces y mejora el tránsito y evacuación de las misma.
La fibra umenta la saciedad, sobre todo la fibra soluble al retener más agua aumentando la saciedad y evita comer más, retrasa el vaciamiento gástrico al absorber lentamente los nutrientes disminuyendo las hiperglicemias, disminuye la absorción de los carbohidratos y las grasas, evitando que aumente el colesterol malo y triglicéridos, previene enfermedades digestivas como la divertículos, estreñimiento, hemorroides y cáncer de colon, evita el sobrepeso y la obesidad, la diabetes mellitus tipo 2, etc.
La cantidad de fibra que debe ingerir al día depende del peso y talla de la persona, pero en promedio se debe comer alrededor de 30 a 35 gramos diarios en la dieta.
La ingesta de fibra alimentaria en el menú diario es indispensable para tener un buen metabolismo, un buen tránsito intestinal y una buena salud.