El afán de una facción de Alianza PAIS de ‘cuidar’ a todo trance a sus cabecillas llega a extremos vergonzosos, por no decir infames. Esa es la impresión que queda en la opinión pública cuando se conoce de la denuncia penal del Presidente de la Asamblea Nacional, dirigente de ese partido, contra funcionarios de nivel medio del sector educacional por los casos de violación y abuso sexual en escuelas del país.
Se trata de casos que caducaron en el ámbito administrativo (mandos medios) en varios centros educativos que involucrarían a unos 40 funcionarios: rectores, inspectores, directores provinciales y zonales. Los exministros de Educación que eran responsables del trabajo de esos funcionarios no se mencionan en la denuncia. ¿Cuándo se era ministro solo se tenía la obligación de aplaudir y elogiar a su jefe?
“No estamos mirando la fecha en que se cometió, no nos importa caiga quien caiga. Lo importante es que se transparenten las causas”, dijo una asambleísta socialista aliada del bloque oficialista de la Asamblea. No aclaró si se refería al colega y aliado suyo exministro de Educación, quien tuvo la audacia de acusar de ‘linchamiento mediático’ a un medio de comunicación que denunció los atropellos contra nuestra niñez.
Defenderse atacando es un principio táctico del ajedrez que el correísmo solía (y aún suele) utilizar cuando se ve acorralado moral y judicialmente. Quizás, con estos nuevos aires que se respiran en Ecuador, ese proceder les estalle en la cara. Las vidas truncadas y pisoteadas de centenares de niños y adolescentes así lo exigen. Sus familias también.
Los que obran bien son los únicos que pueden aspirar en la vida a la felicidad”. Aristóteles Filósofo griego (384 AC-322 AC)
Las palabras, cera; las obras, acero”. Luis de Góngora Poeta español (1561-1627)