Primer año de Gobierno de Moreno. Parte II

EDISON CORDERO

Hace un año la mayoría de la ciudadanía percibía al actual Gobierno como el continuismo del correísmo y la imagen que se tenía de Moreno era lo más próximo al Medvedev ecuatoriano.

Doce meses después podemos comprender lo que ha significado el Gobierno de Moreno para el país y para el correísmo. Sin embargo ha terminado el primer año de cuatro, de los cuales dos son electorales, por lo que su gestión en lo político, a partir del segundo año, no resistirá concentrar sus esfuerzos en el anticorreismo ni en la lucha contra la corrupción, dicho de otra forma, Moreno está obligado a decirle al país hacia dónde va y cómo lo va a realizar, algo que se espera escuchar hoy en su informe a la nación.

¿Cuáles son sus principales retos? En lo económico, sin profundizar lo expectante es el punto de equilibrio entre Estado/Mercado. En lo político, si el gobierno de Moreno no logra conformar una mayoría en el Parlamento, más allá de las mayorías móviles la cuales responden a la prebenda ¿cómo podrá realizar las reformas jurídicas necesarias? más si aún hay fieles correístas presidiendo las principales comisiones. Esto se relaciona con la estructura de su movimiento político, correístas rencauchados al frente de sus estructuras territoriales, a esto debemos sumarle sus cuadros electorales de los próximos comicios.

Sin esa doble condición, es decir sin estructura territorial y sin gestión política en la Asamblea, el escenario a mediano plazo es que la teoría del péndulo democrático y su gobierno de transición permitan un giro a la derecha, por lo cual el progresismo fuera y dentro del gobierno estamos llamados a clarificar una narrativa y gestión de lo político que se sintonice con la aspiración de las grandes mayorías.

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