‘Al pelo’

OSWALDO AGUILERA ORTIZ

El título de la presente nota, es un modismo, es decir una costumbre lingüística que permite condensar una idea en pocas palabras y transmitir dicho concepto a todos aquellos que comparten una misma lengua. Para comprender cómo funcionan estas costumbres idiomáticas veamos algunos ejemplos de modismos en la lengua española: “Irse por las ramas”, utilizado para hacer referencia a quien no aborda un tema de manera directa, sino que intenta acercarse a la situación de forma sutil y dando ciertos rodeos, voluntariamente o sin darse cuenta; “Ahogarse en un vaso de agua”, se utiliza para referirse a que una persona se agobia muy fácilmente y ante cualquier pequeño giro inesperado no sabe cómo solucionarlo y cómo actuar; “Bailar con la más fea”, se usa para dejar constancia de que a alguien le ha tocado la peor parte en un trabajo;

“Desvestir un santo para vestir a otro”, se emplea para decir que para solucionar un problema se ha generado otro; “Tirar la toalla”, se usa para decir que alguien se rinde ante una situación determinada; “Al pelo” un modismo ecuatoriano, ya no muy utilizado, pero servía para expresar que algo es extraordinario, o había resultado magnífico, así: en la fiesta de ayer me fue “al pelo”.

Con el ejemplo del último modismo, y conforme reflejan las imágenes de los noticiarios televisivos, que días atrás dieron cuenta de la asistencia de Glass, a la audiencia de apelación de la sentencia que pesa en su contra por asociación ilícita, para anular este fallo, y que enfrente los cargos en libertad, se observa que a Glass, que entró a prisión, en octubre del año pasado, en la misma le ha ido “al pelo”. A esa fecha, tenía muy poco cabello, con profundas entradas en las sienes, actualmente, sobre su antigua calva, tiene un copete de pelo negro. Preguntamos: ¿a Glass le salió pelo en la cárcel?, o el dinero recaudado en “cenas solidarias” realizadas por sus adláteres para financiar su defensa, ¿le entregaron para que en su encierro, se implante cabello? De ser así, no hay la menor duda que en la cárcel, a los “perseguidos políticos” se les trata “al pelo”.

[email protected]