La fiesta y costumbre montubia se revivió en la Plaza de Toros que se ubica en los interiores de la Asociación de Ganaderos de Santo Domingo (Asogan SD), lugar en el que se desarrolló el rodeo montubio en honor a las Bodas de Oro de esta organización.
El acto inició con el ingreso de las delegaciones de tres haciendas, cuyos integrantes hicieron galopar a sus caballos para avivar los ánimos del público asistente, quienes colapsaron el recinto.
DATO
Hoy es el festival cómico taurino, evento que pone en escena a tres niñas toreras.
Las destrezas a la hora de montar y resistir en un caballo chúcaro salieron a relucir en varios jinetes, quienes no miden el peligro cuando se trata de hacer lo que más le gusta. Jairo Vera llegó desde el cantón Palenque para ser parte del rodeo montubio, actividad que la realiza desde hace muchos años y que le ha permitido llegar a varias partes del país para plasmar sus habilidades encima de un equino “vengo a resaltar mi cultura montubia. Esta tarde haré caracoleo y mecha en un caballo que no ha sido montado”, manifestó.
Show
Las ternas participantes ingresaron con una representante femenina, quienes tuvieron la oportunidad de demostrar cómo dominan al caballo y así postular para alcanzar la designación de la señorita rodeo y criolla bonita, dignidades que fueron otorgadas a través de los aplausos del público.
Angélica Posligua, de la hacienda Ivanna Juliette, se adjudicó las dos dignidades gracias al espectáculo que realizó en la pista. Ella hizo echar al caballo, se acostó en extremidades, bailó sobre su barriga y finalmente uno de sus compañeros colocó las patas del animal sobre sus hombros para desfilar.
Música
Los hermanos Villavicencio fueron los encargados de entonar música ranchera, quienes a través de sus caballos y coplas pusieron un toque especial en el desarrollo del rodeo montubio que año a año se realiza en las celebridades de Asogan SD.
Los amorfinos era otra de las cosas que no podían faltar en esta fiesta, por eso varias personas se hicieron presentes en la pista para agarrar el micrófono y exclamar las coplas características del pueblo montubio del país. (JD)