Modric y Rakitic, los motores de un sueño

Claves. Ivan Rakitic (izq.) y Luka Modric (der.) durante el último entrenamiento de la Selección de Croacia. EFE
Claves. Ivan Rakitic (izq.) y Luka Modric (der.) durante el último entrenamiento de la Selección de Croacia. EFE

Redacción MOSCÚ

EFE

Hay complicidades que pueden deducirse por miradas o gestos, como la existente entre el ‘10’ y el ‘7’ croatas. Luka Modric e Ivan Rakitic, ‘enemistados’ cuando compiten al amparo de Real Madrid y Barcelona, pasan a ser socios cuando visten la camiseta de su país. “Son un mismo cuerpo y una misma alma”, avanzó el seleccionador Zlatko Dalic.

Modric, en efecto, buscó a Rakitic después de que el ‘azulgrana’ anotara ante el conjunto anfitrión su segundo penalti decisivo en este Mundial de Rusia. Interrumpió a pie de campo la entrevista que estaba concediendo su compañero al golpear tres veces la cristalera que sostiene los logotipos de los principales patrocinadores.

A continuación alzó el puño y dirigió su sonrisa hacia un jugador elevado a la categoría de ‘héroe’, dado su acierto sobre la distancia de once metros.

“Creo que estamos viendo una continuación de la excelente temporada que Ivan tuvo en Barcelona. Sinceramente, creo que está mostrando el nivel más alto de toda su carrera”, convino el técnico bosnio en una rueda de prensa celebrada en Moscú.

El preparador de los Vatreni se felicitó por poder alinear juntos “a los dos mejores centrocampistas del Mundial”.

Es posible que ninguna otra escuadra reúna sobre la línea central a dos jugadores con su visión de juego, su liderazgo y su entendimiento. El arreglo entre ambos, insistió Dalic, “es una de las razones del éxito del equipo”.

Así, mientras los aficionados cierran el debate sobre quién es más determinante -porque la Croacia de Modric es también la Croacia de Rakitic-, ambos se convencen de su capacidad para poder pisar la ronda final del certamen, una cota inalcanzable hasta ahora para su combinado nacional.

El Mundial de Iva Olivari, la ‘jefa’ de Croacia
° Habían querido evitarlo a toda costa, pero ahí estaban otra vez: ante unos anfitriones eufóricos y con 30 minutos de enloquecida prórroga por delante. En el ardiente gramado de Sochi, Croacia era un piña de la que sobresalía una mujer con traje. Era Iva Olivari, la mánager del equipo, y si hacían historia también iba a ser por ella.

Como el de la selección balcánica, su camino hasta el banco del imponente estadio a orillas del Mar Negro había sido largo. Arrancó en 1992, cuando después de que una lesión le rompiera una prometedora carrera en el tenis, aterrizó en la recién creada federación de fútbol.

En aquella joven, era tan impensable que la Selección alcanzara su segunda semifinal en 20 años como que lo hiciera con una mujer al borde del gramado. Pero los tiempos han cambiado.

“Yo no he sido discriminada, aunque claro que he oído cosas del tipo ‘ella no debería estar allí, sería mejor si fuera un hombre, no sabe nada de fútbol’… Pero esos comentarios me dan igual”, asegura esta mujer de voz firme que viste el uniforme de la comisión técnica de Croacia.

Lo que ocurre dentro del campo del equipo revelación de este Mundial lo decide el seleccionador Zlatko Dalic, pero todo lo demás pasa por Olivari, a quien algunos futbolistas llaman cariñosamente ‘Tía Iva’, y el resto de empleados directamente la ‘jefa’.