La tolerancia cero de Trump

La política del gobierno de EE.UU. de separar a los niños de sus padres inmigrantes arrestados cruzando la frontera con México, ha levantado una creciente ola de reproches, que arrincona al presidente Donald Trump.

Finalmente, ante la presión mediática alimentada por las desgarradoras imágenes de niños llorando, el Presidente cambió la posición que había mantenido durante las últimas semanas y firmó un decreto para poner fin a la penosa situación. Pero el daño ya estaba hecho, pues la reunificación no ocurrirá de la noche a la mañana.

Esta actitud y esta medida recuerdan al fascismo en una de sus fases: la de convencerse de la supremacía de una clase de individuo y la adhesión a una causa despojándose de sentimientos hacia el otro. Mirando para otro lado, calculando los beneficios y participando sin hacerse preguntas.

Solo así se desmonta poco a poco la capacidad de sentir empatía por cualquier ser humano hasta entender, justificar y defender que unos niños, al llegar a un país extranjero, sean separados de sus padres y recluidos en jaulas. Ni el testimonio sonoro de lo que eso significa, un material compuesto por gritos y llantos como en una guerra o un centro de torturas, despierta remordimientos.

Un periodista describió las condiciones “realmente duras” que afrontan los menores ‘presos’, que pasan frío y con comida de pobre calidad y atención médica casi inexistente. Así es como la ‘tolerancia cero’ contra la inmigración ilegal se lleva a cabo. Sin duda, una política deshonesta, cruel e inconstitucional.


El argumento de la intimidación es una confesión de impotencia intelectual”. Ayn Rand. Filósofa ruso-estadounidense (1905-1982)Cuanto más tiempo dura una disputa, más lejos nos hallamos del final”. Samuel Butler. Novelista inglés (1835-1902)