Ligeros

Así quiere Jesús a sus discípulos. Enviados con actitud de caminante, “en salida” que diría Francisco. ¿Cómo hacer camino en la Iglesia católica sin pan, ni mochila, ni plata, sólo con bastón para apoyarse y no para mandar, sandalias y una sola túnica? ¿Cómo ser laic@, religios@, sacerdote u obispo con medios sencillos? No es fácil hoy. Lo de Papa enviado así, lo vamos aprendiendo con el jesuita argentino, cada día. Es humilde y sobrio.

El caso es que poder y dinero se han convertido en garantía de eficacia para la misión de la Iglesia, según algunos. Parece que discípulo significa un estatus más privilegiado que comprometido, más poder que servicio. Pero Jesús habla de Dios como Padre, o sea, todos hij@s y por tanto hermanos. Compartir y comprometerse, sin méritos.

Olvidamos que éxito no es una palabra cristiana porque aleja y la estrategia del Señor es otra: sencillez en los enviados y en los medios, y ganas de liberar, sanar y perdonar. Abajarse y acercarse.

Jesús quiere que todos preparemos el camino del Reino, con palabras y testimonios de vida. Y no como hacemos a veces, los religiosos y sacerdotes a predicar y el resto a escuchar, creer dogmas y cumplir preceptos. No, todos en todo.

Cristian@, tu vida es misión, para eso fuiste pensado por Dios. Aceptarla es comulgar con Jesús. Los demonios se les sometían por su fe, porque eran pobres y liberaban, no por ser eficaces. Que ojalá tengas lo razonable para vivir, pero que tu corazón no se apegue al dinero, ni al poder. No serás feliz. Y quedarás solo, sólo con tu plata.

La eficacia de la Iglesia de Jesús no depende de los medios poderosos, sino de la conversión de cada discípulo y de su ligero equipaje para la vida.

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