Mariana Rodríguez lloraba ayer en los exteriores del Centro de Investigaciones Forenses de Santo Domingo de los Tsáchilas. Lamentaba la pérdida de su hermano menor, Jairo Rodríguez, quien decidió quitarse la vida.
La víctima, de 30 años de edad, había viajado la semana pasada a Manabí para trabajar como maestro de albañilería y pintura. El viernes último llegó de regreso a Santo Domingo, pues contó a sus parientes que no le había gustado estar allá.
Vivía con su hermana mayor y antes de irse, dejó a su conviviente y a sus dos hijos menores de edad en la casa. Sin embargo, su pareja al día siguiente salió de ahí y se fue donde sus padres (suegros del ahora occiso).
Problemas
Jairo Rodríguez llevaba algún tiempo triste, porque tenía problemas sentimentales con su pareja, según se conoció. Y el sábado por la tarde visitó a su esposa y dos hijos en la casa de sus suegros, pero regresó llorando hacia la Ciudadela del Chofer, donde residía con su hermana.
Desde entonces, lo otro que supieron sus parientes es que se acercó a una sobrina y le dijo que le regalaba el celular, que se cuidara mucho. Minutos después hallaron su cadáver colgado en la casa.
De inmediato dieron a conocer de la novedad al 911, desde donde se coordinó el envío de personal policial y de Criminalística para el levantamiento del cuerpo, que llegó al Centro de Investigaciones Forenses. (ARR)
Huérfanos
Jairo Rodríguez deja en la orfandad a dos hijos, uno de 3 años y una niña de un año y medio de edad. Se dedicaba a la pintura de casas y la albañilería pero recientemente se había quedado sin trabajo fijo. En octubre próximo iba a cumplir 31 años de edad.