Buenos Aires logra bajar casos de acoso escolar gracias a diálogo en aulas

El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodriguez Larreta durante la presentación del programa antibullying "Construyendo Convivencia", en una escuela de Buenos Aires, Argentina. Foto: EFE
El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodriguez Larreta durante la presentación del programa antibullying "Construyendo Convivencia", en una escuela de Buenos Aires, Argentina. Foto: EFE

Buenos Aires, EFE

El Gobierno de la ciudad de Buenos Aires mostró hoy cómo funciona su modelo para prevenir y resolver casos de acoso escolar en las escuelas públicas, un método que, según las autoridades, ha logrado bajar sensiblemente las situaciones de agresión en el ámbito escolar.

«Es un orgullo ver el resultado de este método que desarrollamos en la ciudad, que hace que sea la propia escuela la que enfrenta el problema y busca la solución«, destacó el jefe de Gobierno capitalino, Horacio Rodríguez Larreta.

El alcalde y la ministra de Educación de la ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, visitaron hoy la escuela Organización de Estados Americanos, uno de los primeros establecimientos educativos públicos de la ciudad en poner en práctica el «modelo antibullying».

Allí, dialogaron con una veintena de alumnos de primaria, maestros y directivos, quienes contaron cómo ha resultado la experiencia.

Acuña explicó que desde hace muchos años venían creciendo las situaciones de acoso escolar y, tras una evaluación profesional, se llegó a la conclusión de que lo que «mejor funciona» es que «la propia escuela se haga cargo de resolver los conflictos».

El modelo se basa en la realización de «consejos de aula», reuniones en las que los propios alumnos, con la asistencia de los educadores, plantean las situaciones de acoso escolar, dialogan y llegan a acuerdos sobre pautas de compromisos a adoptar.

Estos consejos se realizan una vez por mes o cuando se registran episodios que requieren convocar a este tipo de reuniones y son los propios chicos quienes dejan por escrito los acuerdos alcanzados en una especie de libro de actas, una metodología que tanto alumnos como docentes valoraron hoy como positiva.

Según Acuña, esta «es una forma de poner pautas, de poner límites, de fijar con los chicos las cosas que están bien y las que están mal y cómo tenemos que actuar cuando algo que hacemos no está dentro de los que acordamos».

«Hemos tenido muy buen resultado. Bajaron las situaciones de violencia en relación a los pedidos de asistencia que hacen a las escuelas a los equipos de orientación. Logramos que en estos dos años bajara más de un 70 % la cantidad de demanda de asistencia externa en casos que la escuela misma no podía resolver», destacó.

Esta bajada, según explicó la ministra, responde a que ahora las escuelas «encuentran herramientas dentro del aula y con los propios chicos y los docentes para resolver las situaciones».

El modelo, que comenzó a aplicarse en 2016, ya fue adoptado por 120 escuelas de Buenos Aires y, según anunció hoy Rodríguez Larreta, el objetivo es que para el próximo año los 427 colegios primarios de la ciudad hayan incorporado esta metodología.