¿Quién manda aquí?

Padre Martín Gondra

¿Quién va primero? ¿Dónde está el jefe? ¿Quién le sustituye? “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último y el servidor de todos.” Seguimos preocupados por ser el más importante, como hace 2000 años. Jesús ante este afán de ser superior hace una catequesis íntima sólo para los de casa: no se confundan, el camino seguro hacia el Padre Dios son los más pequeños.

Preferir el servicio al prestigio, estar con los débiles antes que con los grandes no es cosa fácil. Las personas necesitamos reconocimiento social; los no valorados en la infancia por sus padres viven en la inseguridad del qué dirán, les falta autoestima, clave para una vida equilibrada.

Hay gente que sigue a Jesús sin saberlo, les ha tocado ser siempre servidores sin que nadie se lo haya preguntado, ¡cuántas mujeres conocidas y anónimas! A los demás, discípulos suyos, nos toca convertirnos, cambiar de actitud; pero debemos luchar contra corriente, pues lo que cuenta es subir, ganar más, destacar siempre y así sustituimos los ideales por los intereses, desprestigiando las grandes cuestiones: política, economía, religión y comunicación; su credibilidad sigue cayendo y no para.

Se trata de pasar del yo al nosotros; dejar de sobresalir para ser útil a los demás y de ser iglesia importante, a humilde servidora; ya no se trata de ser institución poderosa, pues su vocación es servir, no mandar. El Señor fue grande porque se puso como último, como esclavo arrodillado para lavarnos los pies.

No es importante el que tiene más talentos, sino el que más sirve con los talentos que tiene. ¿Cambiaremos de discusión, de cómo ser más famoso a cómo servir más y mejor? Nos haría mucho bien y quizá más felices.

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