Todas somos ‘Martha’, Diana…

Rosalía Arteaga Serrano

Nos horroriza el ataque brutal contra una joven en las inmediaciones de la tribuna de ‘Los Shyris’ en Quito, la barbarie que transforma a los que cometen el delito cuando se jactan en un video. Luego, la inacción de la policía frente al secuestro y ataque a otra joven a manos de su conviviente, que luego fallece.
Ponen de relieve la erosión de una sociedad que contempla impasible crímenes como los descritos. El machismo es una llaga purulenta que tanto dañan a la nación, y que se debe erradicar de una sociedad que se jacta de haber mejorado y madurado.

Cuando se producen estos actos violentos evidenciamos que los avances están solo en la superficie. Los bajos instintos permanecen agazapados como bestias salvajes en acecho. La violencia es un mal enraizado, que pervive en los propios hogares. Y, lo que es peor, muchas veces se acusa a las propias víctimas de haber sido las incitadoras de esa violencia. La mayor parte de violaciones a las niñas y a las jóvenes ocurren en la casa en la que viven. Los embarazos adolescentes no han bajado según las estadísticas recientes. La mujer que se dedica a la política o a actividades fuera de su hogar y lejos de los roles tradicionales, sigue siendo mal vista.

Volvemos a un tema que parecía superado y mirar hacia los espacios donde los niños y niñas se educan: el hogar y la escuela. Es decisivo hacer de la educación una causa nacional, formar a los maestros y restablecer un programa general de escuela para padres, de manera que las futuras generaciones no tengan que verse sumergidas en el espanto de estas situaciones.

Nunca más deberíamos sufrir situaciones como las vividas por ‘Martha’, por Diana y por tantas mujeres que enfrentan la violencia y salen tan gravemente lastimadas o pierden la vida. Nunca más…

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