Necesitamos cifras

Pablo Escandón Montenegro

Necesitamos conocer datos, tener números, información cuantitativa sobre los medios, sobre los contenidos, sobre las plataformas, sobre todo el sistema mediático. Desaparece la Supercom, que en su ruta de deceso estaba generando, por primera vez, información válida para el desarrollo de los medios. ¿Y ahora? No tenemos más indicadores a nivel nacional sobre derechos, sobre enlatados, sobre producción nacional.

No quiero decir que hay que revivir a la Supercom. Insisto, debemos tener datos sobre la evolución o involución de los contenidos, de los formatos, de la publicidad, de lo informativo, lo educativo y de entretenimiento en grupos de edad, en usuarios, en las plataformas y franjas horarias.

Nadie se ha preocupado de mantener una estadística para que la propia empresa mediática y la industria cultural se beneficien, para que se pueda contar con datos de alcance, visibilidad y consumo, con miras a consolidar un modelo de negocio, para innovar o para desistir de alguna iniciativa sin éxito.

Sin datos solo se dan palos: no hay innovación en los medios y nos cambiamos a plataformas de pago, a cable o tv por satélite, porque lo nuevo son los programas de concurso: bailar, cocinar, cantar.

En Argentina, México o Brasil los entes reguladores de la política comunicacional, las universidades y los centros de investigación comparten responsabilidades para levantar información sobre lo que consumen los diversos sectores poblacionales en horas, en formas y en espacios.

Si no existe información, no hay renovación y la política pública no promueve el desarrollo de la comunicación. Si seguimos midiendo y analizando la industria creativa y cultural en los medios para reforzar un cuerpo legal o para cumplir la norma, no se potencia al sector ni se beneficia a los usuarios.

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