Entender las dificultades que diariamente pasan las personas no videntes y ayudar a tres niños que presentan esta discapacidad; son los objetivos para que los integrantes del Club Rotaract Tsáchila impulsen una actividad gastronómica que la denominan ‘Una cena a ciegas’.
Kelly Molina, secretaria de la organización, dijo que la idea es que la sociedad entienda los problemas que presentan las personas que no ven; y de esta manera aumentar el respeto hacia ellos “`por un momento nos vamos a poner en sus zapatos”.
La cena será este viernes a partir de las 20:00 en el Grand Hotel Santo Domingo. A los participantes se les colocará una pañoleta en los ojos para que estén en las mismas condiciones que los no videntes “deberán recurrir a los sentidos del olfato, gusto y tacto, de esta manera entenderemos cómo es la vida de ellos”.
La velada será acompañada por interpretaciones artísticas. De acuerdo con el cronograma; minutos antes de que finalice, las personas se quitarán el vendaje para expongan sus experiencias durante sus minutos a ciegas. En la actividad también se desarrollará el cambio de mandato de esta organización, creada hace un año y que del viernes en adelante será presidida por Sebastián Ocampo.
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La Fundación HandEyes también se suma a esta jornada social, cuyos integrantes brindarán charlas cortas que irán enmarcadas a la vida de las personas con discapacidad visual. Sin embargo; los mayores beneficiarios serán tres niños que no ven absolutamente nada, a quienes se les dará tres artefactos electrónicos para que los alerte cuando estén próximos a un obstáculo. (JD)
DATO
El Club Rotaract Tsáchila está integrado por 23 jóvenes, cuyas edades oscilan entre los 18 a 30 años.