La vida militar no es solo aprender el manejo de las armas y tener buenas condiciones físicas para estar listos a la hora de combatir, las personas que adquieren esta profesión cuentan con un constante proceso de aprendizaje para ir creciendo a la interna de la institución.
Erick Acosta, subteniente del Arma de Ingeniería, es uno de los oficiales más jóvenes que se desenvuelve como instructor del personal de tropa en el Batallón Montúfar. Explicó que se basan a una malla curricular regulada por la universidad de las Fuerzas Armadas; y sobre todo que en este puesto siempre rige la jerarquía “tengo alumnos que pasan los 40 años, quizás en otro lado es difícil que una persona menor de 25 años los dirija, pero acá hay mucha disciplina y eso facilita mis labores”.
Las cátedras son de materias técnicas referentes al Arma de Ingeniería; como: mecánica de suelos. El curso dura aproximadamente seis meses, las dos últimas semanas corresponden a la etapa de supervivencia en selva y se la realiza en el territorio de la Amazonía ecuatoriana.
Clases
Acosta indicó que la jornada de los soldados que están en curso de ascenso inicia con entrenamiento físico, actividad que realizan desde las 05:30 hasta las 07:00. Posteriormente asisten a clases académicas y a las 16:00 reciben un refuerzo de la vocación militar “en esta parte enseñamos canciones militares, marchas y posturas. De 20:00 a 22:00 es tiempo del estudio obligatorio y después de eso se da el toque de silencio para que se retiren a descansar”.
Actualmente hay 94 soldados que cursan este proceso, quienes el viernes ascenderán al rango de cabo segundo. Para la aprobación del curso deben obtener un mínimo de 17 sobre 20, caso contrario reprobarán “con dos pérdidas se da por entendido que no están aptos para permanecer en la institución y son separados”, expuso el instructor. (LMM)
DATO
Erick es oriundo de la provincia de Cotopaxi. A la edad de 18 años ingresó a la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro.
“Ser militar es una carrera muy honrada y de servicio a la ciudadanía. Exige una lealtad firme para cualquier situación adversa, porque un militar que no esté preparado para guerra; no debió elegir esta profesión”.
Erick Acosta,
Subteniente del Arma de Ingeniería