Infecciones de transmisión sexual preocupa a los expertos

DEFENSA. Para protegerse ante un posible contagio, es fundamental utilizar el preservativo.
DEFENSA. Para protegerse ante un posible contagio, es fundamental utilizar el preservativo.

Por: Nacho Meneses

Fundación Erosk

Puede parecer una contradicción, pero no lo es: vivir en plena era digital y con acceso a una cantidad de información masiva no garantiza tomar las mejores decisiones. Esto queda en evidencia al considerar las infecciones de transmisión sexual (ITS), que han experimentado un crecimiento alarmante, hasta el punto de casi cuadruplicar el número de casos en la última década.

¿Por qué, en pleno siglo XXI, crecen así estas infecciones? «Fundamentalmente, por una relajación en el uso del preservativo, sobre todo en las personas jóvenes», sostiene el doctor Alejandro Martín, miembro del Grupo Español de Investigación en Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Este organismo afirma que la mitad de los casos diagnosticados cada año se encuentran entre los 15 y los 24 años, y según el Barómetro Control 2017 ‘Los jóvenes y el sexo’, solo un 71 % de los encuestados utiliza siempre preservativo.

«Ellos no vivieron todo el miedo que hubo con la epidemia del SIDA, y ahora, con los tratamientos que hay, se le tiene respeto, pero no miedo», reconoce. Y si la sociedad deja de usar el preservativo, las ITS se disparan. A su juicio, también influye el cómo «ha cambiado nuestra propia concepción de la sexualidad, que ha evolucionado. Ahora es más frecuente tener parejas sexuales diferentes». Todo ello aumenta la posibilidad de contraer una ITS.

Aunque de momento no es algo determinante en España, en países como Estados Unidos el crecimiento de ITS viene también condicionado por el consumo de drogas estimulantes o desinhibidoras para practicar sexo (el chemsex), incluso por vía intravenosa (slam), lo que incrementa el riesgo de desarrollar hepatitis C y VIH.

Efectos

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las ITS tienen un enorme impacto en la salud de jóvenes y adultos, y si no se tratan, «pueden desarrollar efectos graves y crónicos sobre la salud, como enfermedades cardiovasculares y neurológicas, infertilidad, muertes fetales y un mayor riesgo de VIH, entre otros».