Centenares de feligreses del cantón La Concordia, caminaron la noche del jueves y madrugada de ayer viernes, por alrededor de 8 horas en la procesión que cada año realiza la iglesia católica, en homenaje a la Virgen del Cisne.
Niños, jóvenes y adultos, sin demostrar cansancio, emprendieron la romería que se inició en los bajos de la Iglesia Matriz ‘Sagrados Corazones’, continuaron por la avenida principal, hasta el redondel de acceso a la ciudad, tomaron el baipás, hasta La Independencia y cogieron la red estatal, de regreso al lugar de partida.
Alberto Vera, taxista de la localidad, manifestó que cada año cumple con la peregrinación, como retribución a los favores recibidos por la popular ‘Churonita’. “Estoy muy agradecido con la Virgen del Cisne, porque gracias a ellas, tengo trabajo y una familia unida”, indicó, el feligrés.
Oraciones
Mientras que Mireya Torres, durante la romería, pidió por los altavoces, unirse en oración por una sobrina hospitalizada en Guayaquil, y un compañero de trabajo que está internado en Solca de Portoviejo. “La fe mueve montañas, no hay nada imposible para Dios, estoy segura que con la intercesión de la Virgen del Cisne, mis oraciones serán escuchadas”, expresó, la creyente.
El Párroco del cantón, Abdón Palma, dijo que desde que asumió la parroquia eclesiástica, es la primera vez que preside una procesión, en donde se ha evidenciado mucho compromiso y fe por parte de los feligreses. “Nuestros católicos, tienen una identidad Mariana, es muy bonito observar a grupos de familia, fortalecer su vida espiritual, en esta romería”, refirió, el Párroco. (JAR)