Trabajadores de Furukawa con dos frentes diferentes

Diferencias. En medio de la empresa hay personas que aseguran trabajar con todos los beneficios, otros piden ayuda.
Diferencias. En medio de la empresa hay personas que aseguran trabajar con todos los beneficios, otros piden ayuda.

La resistencia sigue vigente en aproximadamente 15 familias que permanecen en el tercer campamento de la hacienda Isabel, quienes no quieren sumarse a la medición firmada entre un grupo de trabajadores y la compañía Furukawa.

El pacto determina que este predio de 206 hectáreas, ubicado en el km 42 de la vía Santo Domingo-Quevedo, sea entregado en comodato por un tiempo de tres años y medio. Sin embargo, las cláusulas no convencen a todos y más bien piden que se les pague la compensación económica para retirarse del lugar.

Susana Quiñónez empezó su trabajo en esta compañía hace 16 años, primero en el territorio de Plan Piloto y últimamente en la vía Quevedo. Asegura que continúan en condiciones precarias, sin luz y sin pago económico “tenemos un motor a gasolina que nos donó un señor, con eso nos alumbramos de repente”.

La mujer dice que hay una persona, del otro bando, que trata de convencerlos para que firmen y se sumen al comodato, situación que no van a aceptar porque seguirán los trámites legales “quieren sacarnos de este campamento para destruirlo y que no queden pruebas”, expresó la mujer, quien reveló que camina 120 minutos para ingresar o salir del campamento porque está prohibido el ingreso de carros.

Otra condición

En la hacienda Bonanza, ubicada en el km 37 de la vía antes citada, la situación es otra y las personas que laboran en este lugar aseguran estar bajo los parámetros de la ley. También narraron que el horario laboral es de ocho horas y que no se da el trabajo infantil. “Llevo 11 años en Furukawa y gracias a Dios hasta el momento tengo todos los beneficios. He escuchado malos cometarios, pero desde que entré nunca me han tratado mal”, manifestó Juan Carlos Toala.

Pronunciamiento

Iván Segarra Segovia, gerente general y representante legal de Furukawa, dijo que la compañía cuenta con 32 haciendas y que desde el 2010 se arrendó el 80% de estos predios; porque el Estado prohibió las tercerizadoras “tenemos los contratos notariados y presentamos las pruebas, pero hubo un informe parcial que nos generó problemas y multas”.

Expuso que los campamentos que constan en los informes ya habían sido abandonados y que fueron ‘usados’ para ingresar personas y graficar las supuestas condiciones de vulnerabilidad. Solo la cifra de afectados, que sobrepasaría las 1.200 personas, dijo que es algo ilógico y que la gente se aprovechó para pretender hacerse pasar como obrero de Furukawa “tras varios filtros se validó que únicamente 258 trabajaron, de los cuales a 101 se les dio compensación y contrato laboral. El resto solo quiso el dinero y no aceptó el trabajo”. (JD)

DATO

Furukawa señala que hasta el momento han cancelado 30 mil dólares de multa y que está en curso otro pago de 130 mil dólares.