Santo Domingo: Rubén y la venta de la sábila

Entusiasmo. Todas los días recorre el Sueño de Bolívar para vender su producto.
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Todas las mañanas recorre el sector del Sueño de Bolívar ofreciendo la sábila como una medicina natural y alternativa, luego se coloca en las afueras del Campamento de la Prefectura para seguir con la venta.

Se trata de Rubén Tuárez, quien desde hace 14 años se dedica a la venta de estos productos y que es para su sustento para mantener a su familia.

Rubén conoció del negocio por su hermano, quien le daba de beber el aloe de vera para que se sane de algunas de las enfermedades que le aquejaba.

Al ver que tuvo buenos resultados decidió ayudar a otras personas ofreciéndoles estos brebajes.

Trabajo

Rubén se despierta a las 05:00 para preparar la sábila y otras aguas que le acompañan para así ofrecer a sus clientes.

A su criterio, todas las aguas medicinales las prepara el mismo día ya que no puede guardarlas porque se dañan, “yo ofrezco algo saludable a los clientes”.

Asimismo manifestó que se ubica en la calle hasta las 11:30 donde acaba de vender todo su producto. Rubén sostuvo que su emprendimiento es su manera de ganarse la vida y hasta el momento no ha tenido problema con su trabajo. (CT)

Todas las mañanas recorre el sector del Sueño de Bolívar ofreciendo la sábila como una medicina natural y alternativa, luego se coloca en las afueras del Campamento de la Prefectura para seguir con la venta.

Se trata de Rubén Tuárez, quien desde hace 14 años se dedica a la venta de estos productos y que es para su sustento para mantener a su familia.

Rubén conoció del negocio por su hermano, quien le daba de beber el aloe de vera para que se sane de algunas de las enfermedades que le aquejaba.

Al ver que tuvo buenos resultados decidió ayudar a otras personas ofreciéndoles estos brebajes.

Trabajo

Rubén se despierta a las 05:00 para preparar la sábila y otras aguas que le acompañan para así ofrecer a sus clientes.

A su criterio, todas las aguas medicinales las prepara el mismo día ya que no puede guardarlas porque se dañan, “yo ofrezco algo saludable a los clientes”.

Asimismo manifestó que se ubica en la calle hasta las 11:30 donde acaba de vender todo su producto. Rubén sostuvo que su emprendimiento es su manera de ganarse la vida y hasta el momento no ha tenido problema con su trabajo. (CT)

Todas las mañanas recorre el sector del Sueño de Bolívar ofreciendo la sábila como una medicina natural y alternativa, luego se coloca en las afueras del Campamento de la Prefectura para seguir con la venta.

Se trata de Rubén Tuárez, quien desde hace 14 años se dedica a la venta de estos productos y que es para su sustento para mantener a su familia.

Rubén conoció del negocio por su hermano, quien le daba de beber el aloe de vera para que se sane de algunas de las enfermedades que le aquejaba.

Al ver que tuvo buenos resultados decidió ayudar a otras personas ofreciéndoles estos brebajes.

Trabajo

Rubén se despierta a las 05:00 para preparar la sábila y otras aguas que le acompañan para así ofrecer a sus clientes.

A su criterio, todas las aguas medicinales las prepara el mismo día ya que no puede guardarlas porque se dañan, “yo ofrezco algo saludable a los clientes”.

Asimismo manifestó que se ubica en la calle hasta las 11:30 donde acaba de vender todo su producto. Rubén sostuvo que su emprendimiento es su manera de ganarse la vida y hasta el momento no ha tenido problema con su trabajo. (CT)

Todas las mañanas recorre el sector del Sueño de Bolívar ofreciendo la sábila como una medicina natural y alternativa, luego se coloca en las afueras del Campamento de la Prefectura para seguir con la venta.

Se trata de Rubén Tuárez, quien desde hace 14 años se dedica a la venta de estos productos y que es para su sustento para mantener a su familia.

Rubén conoció del negocio por su hermano, quien le daba de beber el aloe de vera para que se sane de algunas de las enfermedades que le aquejaba.

Al ver que tuvo buenos resultados decidió ayudar a otras personas ofreciéndoles estos brebajes.

Trabajo

Rubén se despierta a las 05:00 para preparar la sábila y otras aguas que le acompañan para así ofrecer a sus clientes.

A su criterio, todas las aguas medicinales las prepara el mismo día ya que no puede guardarlas porque se dañan, “yo ofrezco algo saludable a los clientes”.

Asimismo manifestó que se ubica en la calle hasta las 11:30 donde acaba de vender todo su producto. Rubén sostuvo que su emprendimiento es su manera de ganarse la vida y hasta el momento no ha tenido problema con su trabajo. (CT)