En la italiana Lucca "los cosplayers" te transportan a otro mundo

EVENTO. Fanáticos del cine y el cómic lucen los trajes de sus personajes favoritos.
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EVENTO. Fanáticos del cine y el cómic lucen los trajes de sus personajes favoritos.
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EVENTO. Fanáticos del cine y el cómic lucen los trajes de sus personajes favoritos.

Redacción LUCCA

AFP

Para algunos es un simple pasatiempo, para otros una forma de ser e incluso un arte de vivir. Se trata de los ‘cosplayers’, gente que usa disfraces y representan personajes, los cuales este año se reúnen la ciudad de Lucca (Italia) para su convención mundial.

Este festival, que se ha extendido por todo el mundo y atrae a miles de aficionados del cosplay, (contracción de las palabras en inglés ‘disfraz’ y ‘juego’), se ha vuelto de moda y se repite en Japón, Estados Unidos y Europa. Se da realiza desde el miércoles y culminará el domingo.

Se fundó en 1966 para los comics y se ha convertido en uno de los más importantes dedicados al llamado ‘noveno arte’, el del cine de animación, los videojuegos y la representación de personajes.

Entrar en su piel
Por las calles de la ciudad italiana, los visitantes, que sumaron 400.000 el año pasado, ahora ven pasar a los célebres héroes del manga japonés y a los personajes de Marvel, DC o Harry Potter.

“Observamos filmes, nos enfocamos en un personaje, en su personalidad y cuando uno se pone su disfraz, es como entrar en su piel, conocerlo desde adentro, algo realmente estimulante”, explica Federico Pepe, también conocido como Deadpool, el antihéroe de Marvel.

“Lo que me gusta de él es precisamente el hecho de que es un tipo contracorriente, un poco vulgar, rasgos de su carácter que se parecen al mío”, bromea el joven, de unos 30 años, cubierto por una máscara roja y negra, quien en la vida real es un médico de la unidad de urgencias del hospital de Emilia-Romagna.

Lanzado en la década de 1970 en Estados Unidos por los fanáticos de Star Wars o Star Trek, el fenómeno de los cosplayers se amplificó en Japón, con el manga, para luego volverse popular en el resto del mundo.

Profesión
Algunos ‘cosplayers’ logran monetizar su imagen y recibir un pago por la promoción de marcas. Otros eligen especializarse en la fabricación de trajes a medida, algunos muy sofisticados, lo que les permite facturar varios miles de euros.

Ya existen verdaderas celebridades, como las estadounidenses Jessica Nigri (30 años) y Yaya Han (39 años) o la japonesa Enako que, en 2016, fue la primera cosplayer en revelar sus ganancias de cerca de 10.000 dólares por mes.

Otros sueñan con conocer personalmente a los creadores de sus personajes.

Redacción LUCCA

AFP

Para algunos es un simple pasatiempo, para otros una forma de ser e incluso un arte de vivir. Se trata de los ‘cosplayers’, gente que usa disfraces y representan personajes, los cuales este año se reúnen la ciudad de Lucca (Italia) para su convención mundial.

Este festival, que se ha extendido por todo el mundo y atrae a miles de aficionados del cosplay, (contracción de las palabras en inglés ‘disfraz’ y ‘juego’), se ha vuelto de moda y se repite en Japón, Estados Unidos y Europa. Se da realiza desde el miércoles y culminará el domingo.

Se fundó en 1966 para los comics y se ha convertido en uno de los más importantes dedicados al llamado ‘noveno arte’, el del cine de animación, los videojuegos y la representación de personajes.

Entrar en su piel
Por las calles de la ciudad italiana, los visitantes, que sumaron 400.000 el año pasado, ahora ven pasar a los célebres héroes del manga japonés y a los personajes de Marvel, DC o Harry Potter.

“Observamos filmes, nos enfocamos en un personaje, en su personalidad y cuando uno se pone su disfraz, es como entrar en su piel, conocerlo desde adentro, algo realmente estimulante”, explica Federico Pepe, también conocido como Deadpool, el antihéroe de Marvel.

“Lo que me gusta de él es precisamente el hecho de que es un tipo contracorriente, un poco vulgar, rasgos de su carácter que se parecen al mío”, bromea el joven, de unos 30 años, cubierto por una máscara roja y negra, quien en la vida real es un médico de la unidad de urgencias del hospital de Emilia-Romagna.

Lanzado en la década de 1970 en Estados Unidos por los fanáticos de Star Wars o Star Trek, el fenómeno de los cosplayers se amplificó en Japón, con el manga, para luego volverse popular en el resto del mundo.

Profesión
Algunos ‘cosplayers’ logran monetizar su imagen y recibir un pago por la promoción de marcas. Otros eligen especializarse en la fabricación de trajes a medida, algunos muy sofisticados, lo que les permite facturar varios miles de euros.

Ya existen verdaderas celebridades, como las estadounidenses Jessica Nigri (30 años) y Yaya Han (39 años) o la japonesa Enako que, en 2016, fue la primera cosplayer en revelar sus ganancias de cerca de 10.000 dólares por mes.

Otros sueñan con conocer personalmente a los creadores de sus personajes.

Redacción LUCCA

AFP

Para algunos es un simple pasatiempo, para otros una forma de ser e incluso un arte de vivir. Se trata de los ‘cosplayers’, gente que usa disfraces y representan personajes, los cuales este año se reúnen la ciudad de Lucca (Italia) para su convención mundial.

Este festival, que se ha extendido por todo el mundo y atrae a miles de aficionados del cosplay, (contracción de las palabras en inglés ‘disfraz’ y ‘juego’), se ha vuelto de moda y se repite en Japón, Estados Unidos y Europa. Se da realiza desde el miércoles y culminará el domingo.

Se fundó en 1966 para los comics y se ha convertido en uno de los más importantes dedicados al llamado ‘noveno arte’, el del cine de animación, los videojuegos y la representación de personajes.

Entrar en su piel
Por las calles de la ciudad italiana, los visitantes, que sumaron 400.000 el año pasado, ahora ven pasar a los célebres héroes del manga japonés y a los personajes de Marvel, DC o Harry Potter.

“Observamos filmes, nos enfocamos en un personaje, en su personalidad y cuando uno se pone su disfraz, es como entrar en su piel, conocerlo desde adentro, algo realmente estimulante”, explica Federico Pepe, también conocido como Deadpool, el antihéroe de Marvel.

“Lo que me gusta de él es precisamente el hecho de que es un tipo contracorriente, un poco vulgar, rasgos de su carácter que se parecen al mío”, bromea el joven, de unos 30 años, cubierto por una máscara roja y negra, quien en la vida real es un médico de la unidad de urgencias del hospital de Emilia-Romagna.

Lanzado en la década de 1970 en Estados Unidos por los fanáticos de Star Wars o Star Trek, el fenómeno de los cosplayers se amplificó en Japón, con el manga, para luego volverse popular en el resto del mundo.

Profesión
Algunos ‘cosplayers’ logran monetizar su imagen y recibir un pago por la promoción de marcas. Otros eligen especializarse en la fabricación de trajes a medida, algunos muy sofisticados, lo que les permite facturar varios miles de euros.

Ya existen verdaderas celebridades, como las estadounidenses Jessica Nigri (30 años) y Yaya Han (39 años) o la japonesa Enako que, en 2016, fue la primera cosplayer en revelar sus ganancias de cerca de 10.000 dólares por mes.

Otros sueñan con conocer personalmente a los creadores de sus personajes.

Redacción LUCCA

AFP

Para algunos es un simple pasatiempo, para otros una forma de ser e incluso un arte de vivir. Se trata de los ‘cosplayers’, gente que usa disfraces y representan personajes, los cuales este año se reúnen la ciudad de Lucca (Italia) para su convención mundial.

Este festival, que se ha extendido por todo el mundo y atrae a miles de aficionados del cosplay, (contracción de las palabras en inglés ‘disfraz’ y ‘juego’), se ha vuelto de moda y se repite en Japón, Estados Unidos y Europa. Se da realiza desde el miércoles y culminará el domingo.

Se fundó en 1966 para los comics y se ha convertido en uno de los más importantes dedicados al llamado ‘noveno arte’, el del cine de animación, los videojuegos y la representación de personajes.

Entrar en su piel
Por las calles de la ciudad italiana, los visitantes, que sumaron 400.000 el año pasado, ahora ven pasar a los célebres héroes del manga japonés y a los personajes de Marvel, DC o Harry Potter.

“Observamos filmes, nos enfocamos en un personaje, en su personalidad y cuando uno se pone su disfraz, es como entrar en su piel, conocerlo desde adentro, algo realmente estimulante”, explica Federico Pepe, también conocido como Deadpool, el antihéroe de Marvel.

“Lo que me gusta de él es precisamente el hecho de que es un tipo contracorriente, un poco vulgar, rasgos de su carácter que se parecen al mío”, bromea el joven, de unos 30 años, cubierto por una máscara roja y negra, quien en la vida real es un médico de la unidad de urgencias del hospital de Emilia-Romagna.

Lanzado en la década de 1970 en Estados Unidos por los fanáticos de Star Wars o Star Trek, el fenómeno de los cosplayers se amplificó en Japón, con el manga, para luego volverse popular en el resto del mundo.

Profesión
Algunos ‘cosplayers’ logran monetizar su imagen y recibir un pago por la promoción de marcas. Otros eligen especializarse en la fabricación de trajes a medida, algunos muy sofisticados, lo que les permite facturar varios miles de euros.

Ya existen verdaderas celebridades, como las estadounidenses Jessica Nigri (30 años) y Yaya Han (39 años) o la japonesa Enako que, en 2016, fue la primera cosplayer en revelar sus ganancias de cerca de 10.000 dólares por mes.

Otros sueñan con conocer personalmente a los creadores de sus personajes.