¿Vivir siempre bajo amenazas?

Los líderes de quienes conmocionaron al país en el paro del mes pasado han declarado a medios de comunicación que si no se cumple con su demanda de transformar la economía, de acuerdo con sus propuestas, podrían repetir los costosos episodios que protagonizaron. Se trata de una implacable “espada de Damocles” que peligrosamente pende sobre la cabeza del Gobierno y del resto de la sociedad.

La Carta Magna en su Art. 1 dice que “Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada”. Quienes amenazan con un nuevo paro, parecen pasar por alto esos conceptos, en particular lo de que vivimos en un Estado constitucional de derechos.

En el segundo párrafo de este mismo Artículo se proclama que “la soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución”. Quienes insisten en que su manera de entender la economía se imponga de manera incontestable, ¿representan los intereses de todo el pueblo?

Vivir bajo amenaza es intolerable, llegar a acuerdos mediante los mecanismos e instituciones establecidos por la Constitución es lo democráticamente viable. “Pueblo” somos todos los ecuatorianos y expresamos nuestra voluntad, en primera instancia, con solo con el voto y luego mediante el sistema democrático que hemos adoptado. Nadie tiene derecho a someternos mediante amenazas. Necesitamos vivir en libertad.


El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor”. Francisco de Quevedo Escritor español (1580-1645)

Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”. Peter Drucker Escritor y consultor austriaco (1909-2005)

Los líderes de quienes conmocionaron al país en el paro del mes pasado han declarado a medios de comunicación que si no se cumple con su demanda de transformar la economía, de acuerdo con sus propuestas, podrían repetir los costosos episodios que protagonizaron. Se trata de una implacable “espada de Damocles” que peligrosamente pende sobre la cabeza del Gobierno y del resto de la sociedad.

La Carta Magna en su Art. 1 dice que “Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada”. Quienes amenazan con un nuevo paro, parecen pasar por alto esos conceptos, en particular lo de que vivimos en un Estado constitucional de derechos.

En el segundo párrafo de este mismo Artículo se proclama que “la soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución”. Quienes insisten en que su manera de entender la economía se imponga de manera incontestable, ¿representan los intereses de todo el pueblo?

Vivir bajo amenaza es intolerable, llegar a acuerdos mediante los mecanismos e instituciones establecidos por la Constitución es lo democráticamente viable. “Pueblo” somos todos los ecuatorianos y expresamos nuestra voluntad, en primera instancia, con solo con el voto y luego mediante el sistema democrático que hemos adoptado. Nadie tiene derecho a someternos mediante amenazas. Necesitamos vivir en libertad.


El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor”. Francisco de Quevedo Escritor español (1580-1645)

Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”. Peter Drucker Escritor y consultor austriaco (1909-2005)

Los líderes de quienes conmocionaron al país en el paro del mes pasado han declarado a medios de comunicación que si no se cumple con su demanda de transformar la economía, de acuerdo con sus propuestas, podrían repetir los costosos episodios que protagonizaron. Se trata de una implacable “espada de Damocles” que peligrosamente pende sobre la cabeza del Gobierno y del resto de la sociedad.

La Carta Magna en su Art. 1 dice que “Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada”. Quienes amenazan con un nuevo paro, parecen pasar por alto esos conceptos, en particular lo de que vivimos en un Estado constitucional de derechos.

En el segundo párrafo de este mismo Artículo se proclama que “la soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución”. Quienes insisten en que su manera de entender la economía se imponga de manera incontestable, ¿representan los intereses de todo el pueblo?

Vivir bajo amenaza es intolerable, llegar a acuerdos mediante los mecanismos e instituciones establecidos por la Constitución es lo democráticamente viable. “Pueblo” somos todos los ecuatorianos y expresamos nuestra voluntad, en primera instancia, con solo con el voto y luego mediante el sistema democrático que hemos adoptado. Nadie tiene derecho a someternos mediante amenazas. Necesitamos vivir en libertad.


El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor”. Francisco de Quevedo Escritor español (1580-1645)

Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”. Peter Drucker Escritor y consultor austriaco (1909-2005)

Los líderes de quienes conmocionaron al país en el paro del mes pasado han declarado a medios de comunicación que si no se cumple con su demanda de transformar la economía, de acuerdo con sus propuestas, podrían repetir los costosos episodios que protagonizaron. Se trata de una implacable “espada de Damocles” que peligrosamente pende sobre la cabeza del Gobierno y del resto de la sociedad.

La Carta Magna en su Art. 1 dice que “Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada”. Quienes amenazan con un nuevo paro, parecen pasar por alto esos conceptos, en particular lo de que vivimos en un Estado constitucional de derechos.

En el segundo párrafo de este mismo Artículo se proclama que “la soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución”. Quienes insisten en que su manera de entender la economía se imponga de manera incontestable, ¿representan los intereses de todo el pueblo?

Vivir bajo amenaza es intolerable, llegar a acuerdos mediante los mecanismos e instituciones establecidos por la Constitución es lo democráticamente viable. “Pueblo” somos todos los ecuatorianos y expresamos nuestra voluntad, en primera instancia, con solo con el voto y luego mediante el sistema democrático que hemos adoptado. Nadie tiene derecho a someternos mediante amenazas. Necesitamos vivir en libertad.


El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor”. Francisco de Quevedo Escritor español (1580-1645)

Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”. Peter Drucker Escritor y consultor austriaco (1909-2005)