El Precariado

Henry Basurto Jimbo

Cada individuo que transita por las calles de la ciudad, que convive en su hogar con su familia, que desarrolla una actividad social, económica, o alguna otra, inmerso por las políticas públicas de un gobierno, el individuo común que desconoce de la Ley y el Derecho, aplaude un discurso con tintes políticos que hablan de las necesidades de todo el pueblo, el que lo emite se autopromociona como el salvador social que todos esperan.

Ganar una elección popular, aprovechándose del desconocimiento de los ciudadanos de las políticas que propone, no es de sorprenderse en una sociedad que se ha acostumbrado a elegir gobiernos populistas y no a aquellos que plantean acciones en beneficio de todos, la tiranía y la imposición viene luego de estar posesionado este gobierno que manipula a su antojo todos los poderes y funciones del Estado, con el fin de aplicar políticas de austeridad que afectan a los más pobres y desamparados.

Las clases sociales no demoran en predominar en este tipo de gobierno austero, que con sus crímenes de cuello blanco tienen la opinión publicada a su favor; las altas clases sociales, encontrándose en su sitio de confort, despedazan los sueños de sus trabajadores con la imposición de la “Ley”, incursionando en contra de los sindicatos y asociaciones gremiales que buscan ser escuchados como la verdadera opinión pública.

Esta clase social excluida, los forzadamente callados, los injustamente sentenciados al olvido, a la que la mayoría de los jóvenes opinson víctima, se les ha denominado como el precariado, que es una nueva clase social, que es peligrosa porque se prepara para derrotar la tiranía y el oportunismo, que en su momento dejará descubierto el verdadero rostro de la traición y discernirá la verdad como una luz que resplandece ante la duda y el desconcierto.

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