Justo feriado

ANDRÉS GÓMEZ CARRIÓN

2020 ha sido el año con el inicio más frenético de la última década a nivel global. Escalada armamentística en Oriente Medio, incendios en Oceanía, crisis de salud en el Asia, crisis política en Europa, América del Sur y su par central, son la muestra fehaciente de que el 2020 no discriminó ninguna región en el mundo.

Esta realidad ha puesto a prueba a los gobiernos y a los organismos internacionales de carácter regional y universal. Hoy, en el epílogo del caos, y a propósito del calendario escolar de nuestro país, los gobiernos parecen pasar el examen con la calificación mínima y los organismos internacionales no deciden si alcanzar al supletorio o perder el año directamente.

La aseveración previa se ratifica en el rol protagónico que han adquirido en el último mes las relaciones internacionales bilaterales y los encuentros de alto nivel entre presidentes que no superan cuatro o cinco actores. Esto deja en el tablero que, los organismos internacionales, en su máximo seno de discusión política, ¿están en capacidad de resolver problemas de este nivel? Dejando de lado los fenómenos naturales, hasta el momento no.

Esto de ninguna forma significa que los organismos internacionales sean entes estáticos, sí que sus realidades no son las mejores, como el caso de la UE y la mayoría de nuestra región, mismos que deben restructurarse a nivel interno previo a constituirse como un articulador gubernamental.

Bajo esta lógica, y analizando posibles escenarios político-económicos que están por desatarse, el mundo necesita de un justo feriado, pero no para ‘olvidar y dar un nuevo comienzo’ que es parte de esas ideas fabulescas que nos gustan en nuestro país, sino para evaluar acciones, restructurar posiciones, analizar espacios y proyectarnos a fin de salir airosos de lo que se viene.

Por lo expuesto, justo y feliz feriado.

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