Desde que empezó la cuarentena no hemos recogido un pronunciamiento oficial sobre cifras respecto a la violencia de género en el país, y la preocupación es mayor por las limitaciones que tenemos para poder acceder a la justicia en estos días.
Todos los esfuerzos están centrados en el coronavirus, sin embargo, tenemos una realidad latente que no debería ser descuidada.
En los pronunciamientos respecto de las cifras de coronavirus, existen datos de muertes ligadas a la emergencia sanitaria, y nos preocupa de sobremanera como se puedan estar manejando estos casos aparentemente “desconocidos o relacionados”.
El aislamiento coloca a las mujeres en una situación de riesgo mayor y dificulta enormemente la posibilidad de denunciar o pedir ayuda.
Esperamos que en los próximos días las autoridades se pronuncien respecto de un hecho minimizado por la crisis sanitaria.
Necesitamos difundir mecanismos y medios de apoyo para las mujeres que están siendo víctimas de violencia, es un hecho que la situación que vive el país genera fenómenos sociales en los cuales la violencia es protagonista.
Países del viejo continente ya se han pronunciado al respecto y están conscientes de que el confinamiento aumenta la violencia de género y sobretodo incrementa el estado de vulnerabilidad de las víctimas. Para la jurista Lucía Avilés “los confinamientos traen consigo la obligación de convivir con el posible agresor, así como un control de las comunicaciones y, al tener coartada la libertad de movimiento, muchas mujeres sienten reducidas sus posibilidades de pedir ayuda…” Datos similares encontramos en China, país pionero en el coronavirus, quien recientemente se pronunció sobre el repunte de la violencia de género producto del confinamiento.
Necesitamos centrar la atención en este tema, la difusión de información y campañas de concienciación son claves para proteger a las víctimas, hacemos un llamado a las autoridades competentes, quienes deben pronunciarse al respecto.