Clemencia Rodríguez de Mora

RECONOCIMIENTO. El Municipio colocó su busto como un homenaje por los 53 años de cantonización.
RECONOCIMIENTO. El Municipio colocó su busto como un homenaje por los 53 años de cantonización.

Una mujer carchense que se destacó especialmente en la formación de cooperativas de viviendas.

Por: Víctor Hugo Torres

Hoy se inauguran los bustos que en homenaje a varios pioneros de la ciudad han sido colocados en diferentes sitios. Uno de ellos se ha erigido en homenaje a Clemencia Rodríguez de Mora, una dama carchense que supo dar mucho de sí, para el engrandecimiento de este pueblo. Nacida en San Gabriel, en 1923, llega a Santo Domingo en 1958, justo en los momentos en que el pequeño pueblo iniciaba su proceso de gestación de una nueva realidad que estallaría en poco tiempo.

Enseguida trabó amistad con varios coterráneos, con quienes organizó la colonia de carchenses. Muy pronto estuvo al frente del grupo de carchenses para participar en la minga por la construcción del agua potable de la ciudad y enseguida en el desfile del bloque para la construcción de la sede Social.

Colaboró en la formación de la cooperativa de electrificación. También presidió el comité Pro-construcción del puente sobre el Pove, en la Comuna Chigüilpe. Estuvo entre los dirigentes que un 13 de enero de 1962 se pusieron al frente de un grupo de 400 familias, organizadas en lo que sería el primer comité de vivienda en Santo Domingo, con el que se inauguraba el movimiento cooperativista.

Ante la gran demanda de vivienda, ahora junto a Manuel Araujo Hidalgo, Carlos Rodríguez Paredes, y Rodrigo León Pesantez, entre los más destacados, mentalizaron la cooperativa “Trabajadores Libres Unificados” en los terrenos de la que fuera Hacienda el Rocío, de propiedad de Alfredo Pérez Chiriboga.

Vinieron los conflictos limítrofes y la consiguiente tesis de provincialización, a la que también se adhirió. Apoyó con decisión la tesis de aceptar la cantonización, pero la gente la empujaba a asumir cosas concretas, como era el tema de la vivienda para los desposeídos.

Para su siguiente obra, escogieron los terrenos de propiedad de Tomas Simpson, muy cercanas al centro poblado. Se trataba de un aserradero inmenso cuya producción estaba destinada a la exportación. Luego de un arreglo preliminar con el propietario, ahora correspondía la organización de la gente. Habían miles de interesados pero solo había cabida para determinado grupo, lo que hizo que de nuevo los dirigentes tuvieran que dividirse, unos para conducir lo que sería la 30 de Julio, otros la Galo Plaza, otros la 17 de Diciembre, Santa Martha, organizaciones que fueron las primeras de una larga serie que en algún momento pasaron de cien, lo que le valió a Santo Domingo para que sea denominada como la capital del cooperativismo.

Grandes logros

La Cooperativa Libertad Treinta de Julio ha sido sin duda su mayor obra. Bajo su conducción, más de 600 compatriotas lograron tener su vivienda. La Treinta de Julio dejó un espacio para que funcione el Centro de Investigaciones en Parasitología, en convenio con la Universidad Central, actual dispensario. No se descuidó de la recreación, y ahí está el estadio que hoy da cabida a decenas de clubes deportivos.

Se dejaron espacios para escuela, y ahí está la 30 de Julio y la Charles Darwin. Durante mucho tiempo sirvió el salón de uso múltiple de la cooperativa para eventos deportivos y sociales. Ahora ese espacio fue cedido para que funcione el flamante Registro Civil. También hubo cabida para los taurinos, por lo que se dejó un terreno para construir una plaza de toros.

Despedida

La noche del 17 de Abril de 1987, Clemencia Rodríguez de Mora dejó este mundo. La misa de honras fúnebres se celebró en el parque de la ciudad; en su sermón, el padre Hugo Araujo dijo una verdad incontrastable: No vamos a enterrar a Clemencia, en realidad la vamos a sembrar.

Su nombre

Para orgullo de los carchenses, el nombre de Clemencia Rodríguez de Mora se encuentra perennizado en una escuela de la cooperativa 15 de Septiembre; un Jardín de Infantes fiscal de la urbanización Ierac 69; la avenida que cruza la Cooperativa 30 de Julio, y ahora el Municipio ha decidido levantar su busto, justo en el territorio en el que brindó sus mejores días y al frente de donde fue su vivienda por más de treinta años.