El Instituto de Seguridad Social es una entidad cuya operatividad se fundamenta en los principios de solidaridad, obligatoriedad, universalidad, equidad, subsidiaridad y eficiencia. Es el encargado de aplicar el Sistema del Seguro General Obligatorio y del Seguro Social Campesino que forman parte del Sistema Nacional de Seguridad Social, cuya misión es proteger a la población urbana y rural que se encuentre afiliada al IESS, frente a contingencias de enfermedad, maternidad, riesgos del trabajo, discapacidad, invalidez, vejez y muerte, entre otras.
El Presidente del Directorio del IESS, curándose en sano, desde ya dice que de junio del 2020 a junio del 2021 la institución dejaría de percibir unos 400 millones de dólares debido a las desafiliaciones, es decir, ya está preocupado porque el botín de los corruptos disminuirá, pero asegura tener la solución: subir el monto de las aportaciones de los afiliados. Las desafiliaciones no son únicamente porque el aportante se quedó sin empleo, sino porque los afiliados voluntarios y otros ya no confían en la Seguridad Social, y peor aún, porque son de dominio público los saqueos que se han dado, se siguen dando y lo harán hasta que aquellos funcionarios que tienen poder de decisión para hacer compras con sobre precios millonarios sean despedidos; motivo suficiente para que nadie quiera aportar debido a que los servicios del IESS no son de la mejor calidad; pues las citas son para varios meses en adelante, no hay medicina ni reactivos para exámenes; así como tampoco hay garantías para que el dinero de las aportaciones cumpla con el rol para el que están destinados. El IESS recibirá más ingresos cuando se hayan ido los corruptos que aún siguen enquistados dentro de la Institución. Debemos reconocer que hay excelentes profesionales médicos y personal operativo muy eficiente y de alta calidad humana en la institución, pero eso no es todo. A este ritmo, pronto no habrá dinero para pago a jubilados y pensionistas.
Alguien decía sarcásticamente, que para un mejor control, más fácil sería ubicar un policía junto a cada funcionario llamado a firmar los contratos de adquisiciones de insumos médicos. Juzgue Ud. con su buen criterio amigo lector.