Paola Guzmán “justicia” 18 años después

En 2003, se inició una investigación en la fiscalía del Guayas, donde la defensa de la madre de la víctima solicitó la prisión preventiva contra del vicerrector, pero el juez negó el pedido.

En 2004, la justicia dictó una orden de prisión preventiva contra Bolívar Espín pero éste se fugó. Luego fue llamado a juicio por los delitos de acoso sexual e incitación al suicidio, pero tampoco apareció.

Petita Albarracín, madre de la víctima, junto al CEPAM presentaron el caso en la Corte Interamericana de Derechos Humanos al haber agotado todas las instancias nacionales.

El tribunal condenó a Ecuador por no haber protegido a una menor que “vio lesionados sus derechos a la vida, a la integridad personal, a la vida privada y a la educación”. Y ordenó al Estado a entregar una reparación económica a la familia de Paola Guzmán, a limpiar el nombre de la víctima -que fue considerada en el proceso judicial como seductora- y a dar una perspectiva de género al sistema educativo.

El Estado debe pagar en total, USD70 mil a la familia de la menor. Y entre otras acciones, deberá declarar un día oficial de «lucha contra la violencia sexual en las aulas». Además, el CIDH ordena al Ecuador a introducir la educación sexual en su malla curricular y abordarla con perspectiva de género.

Un caso de terror, pero no muy lejano a lo que viven niños y niñas en el país, es espantoso como se ha naturalizado la violación tachándola como una experiencia común en donde muchos casos la víctima es la culpable., como el caso de Paola en donde se la llegó a tachar de seductora. Por otro lado, existen casos que ni siquiera se llegan a denunciar, por la lentitud e inoperancia de la función judicial que en casos como éste conspira con estos monstruos que terminan con la vida de personitas que empiezan a vivir.

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