El sueño de construir una casa para su esposa y su hija de 4 años, terminó en tragedia. Omar es hombre, pero fue víctima de trata. A finales del 2009, ecuatorianos visitaron su país y le ofertaron trabajo en el área de la construcción. Omar se enlistó y viajó a Loja, pero no recibió el trabajo previsto. Durante meses fue explotado sexualmente por hombres, bajo amenazas, hasta que escapó. Su caso llegó a las autoridades, luego de que en esa ciudad se encontrara con otras víctimas de trata, también llevadas por engaño. Omar regresó a su país, sin dinero para su hogar, sin respuestas y con un trauma insuperable.
Pese a que los Estados tienen la responsabilidad principal de respetar, proteger y promover los derechos de todas las personas objeto de trata con independencia de su país de origen no se aplica normalmente a los migrantes. Tal como en el caso relatado existen infinidad de niñas, niños, mujeres y hombres en total abandono y los delincuentes gozando de la impunidad terrenal. De acuerdo con datos ofrecidos por UNICEF, cada día 4.000 niños y niñas son víctimas de trata. Estimados lectores, el altísimo costo social, psicológico y en vidas humanas que conlleva la trata de personas ha sido determinante para decidirme a escribir sobre este tema.
Hoy 23 de septiembre que se conmemora el Día Internacional contra la explotación sexual y el tráfico de personas. Los invito a unirnos actuando desde la prevención, trasmitamos estas recomendaciones básicas: 1) No proporcionar datos personales ni los de la familia; 2) Antes de aceptar un trabajo busca referencias; 3) Desconfía si te ofrecen grandes cantidades de dinero sin mayores detalles; y por favor si conoces un caso denúncialo.