Se entiende que la educación pública está gestionada por la administración
pública y sostenida por impuestos.
Según Unicef, en Ecuador solo el 37 por ciento de los hogares tienen acceso a internet, lo que representa que 6 de cada 10 niños, niñas y adolescentes no pudieron continuar con sus estudios.
Por tanto, la educación pública no es completamente eficaz al momento que los estudiantes buscan por sus propios medios (económicos) pagar servicio de internet y comprar aparatos, sin encontrar respaldo económico por parte de los sistemas reguladores.
Es ahí en donde lo público se desvanece y probablemente desaparece. Nos cuestionamos si realmente contamos con lo ‘público’ de la educación.
Romina Roldán Segura