Una dosis de veneno fue suficiente para que Jesús Lino Pazmiño, de 17 años, acabe con su vida. El suicidio se registró la noche del sábado en una vivienda del barrio Isla Bella, ubicado en la parroquia urbana 4 de Diciembre, del cantón El Carmen.
El menor de edad aprovechó que se quedó solo en la vivienda para cometer su objetivo, pero primero redactó una carta para pedir el perdón de sus familiares. Sin embargo; en el texto no explicaba las razones que lo motivaron a autoeliminarse.
María Pazmiño, madre del suicidado, narró que la última vez que lo vio fue el sábado a eso de las 15:00. Después de varios minutos ella salió a hacer deporte y cuando regresó ya lo encontró sin vida, “estaba tirado en el piso de la casa, vomitado y a lado tenía unos mangos con sal. No sabemos qué se tomó, pero había un frasco”.
La progenitora desconoce los problemas que ocasionaron el envenenamiento de su hijo, aunque reconoció que entre los dos había poca comunicación. La novedad fue reportada a la Policía, cuyos uniformados participaron en el levantamiento del cadáver.
El cuerpo fue trasladado al Centro Forense de Santo Domingo para que se realice la autopsia de ley. Ayer los familiares lo llevaron hasta el cantón manabita, donde le darán cristiana sepultura.