Según el último reporte oficial de estimaciones, realizado en el 2015 por la Oficina del Censo de Estados Unidos, 276.568 personas ecuatorianas residen en Nueva York.
El Estado de Nueva York fue uno de los más golpeados por la pandemia por Covid-19 en Estados Unidos, llegando a reportar, en la actualidad, un total acumulado de alrededor de 546.000 personas infectadas y 33.398 muertes por Covid-19. De acuerdo al Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York, los barrios más afectados fueron aquellos con mayor presencia de comunidades latinas y afroamericanas, con una tasa de víctimas fatales por Covid-19, hasta 15 veces más alta que barrios con población predominantemente blanca.
En los últimos meses, ha existido un mayor control de la enfermedad, reportándose una tasa de contagios de menos del 2% en el Estado de Nueva York, sin embargo, las afectaciones económicas aún permanecen. De acuerdo a una encuesta realizada por la Fundación Robert Wood Johnson y la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, más de la mitad de los hogares de la ciudad de Nueva York presentan problemas de desempleo, reducción de la jornada laboral o disminución de sus salarios.
Según el último reporte oficial de estimaciones, realizado en el año 2015 por la Oficina del Censo de Estados Unidos, 276.568 personas ecuatorianas residen en Nueva York, siendo una de las mayores comunidades hispanohablantes en este Estado. La pandemia de Covid-19 también afectó a los ecuatorianos, quienes trabajan mayoritariamente en los sectores de la construcción y de servicios tales como restaurantes, salones de belleza y limpieza. Un gran número de estos negocios se han visto afectados y en muchos casos obligados a cerrar definitivamente, como consecuencia de la actual crisis sanitaria.
El Consulado General del Ecuador en Nueva York ha canalizado importante información para la comunidad ecuatoriana sobre los recursos de ayuda para la población migrante afectada por la Covid-19 como parte de los programas y servicios de las autoridades y organizaciones de la ciudad. Durante la fase más crítica de la pandemia, el papel del Consulado como nexo entre los migrantes ecuatorianos y las autoridades y organizaciones locales fue vital para canalizar los programas de apoyo para acceso a servicios de salud gratuito o de bajo costo, banco de alimentos y ayudas para pequeños negocios, entre otros.
Indudablemente, el rol de las instituciones gubernamentales ha sido fundamental en la coordinación y canalización de programas de apoyo y mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades. Instituciones confiables y fuertes, sumadas a las iniciativas de la sociedad civil, pueden hacer una gran diferencia en la superación de adversidades globales.
La comunidad migrante ecuatoriana también se organizó en redes de solidaridad para brindar ayuda a los más afectados por la pandemia en Nueva York. La ayuda coordinada entre las organizaciones ecuatorianas o a través de los esfuerzos independientes de connacionales voluntarios en distintas áreas, permitió que se distribuyeran recursos de primera necesidad como alimentos, mascarillas e insumos médicos, así como también el acceso a servicios de salud, salud mental y certificaciones habilitantes para laborar en diferentes sectores industriales.
El 10 de agosto del presente año, el Cónsul del Ecuador en Nueva York, Carlos Martínez, durante el evento cívico virtual en conmemoración por el Primer Grito de Independencia, rindió tributo al trabajo solidario de los líderes comunitarios y representantes de 13 organizaciones ecuatorianas que se activaron para brindar recursos y servicios de primera necesidad para las personas afectadas por la emergencia sanitaria, actividad que fue transmitida por la plataforma Facebook Live.
La pandemia por Covid-19 remeció sistemas sociales, económicos y políticos alrededor del mundo, las relaciones humanas se vieron reconfiguradas a fin de contener la propagación de la enfermedad. El distanciamiento físico acentuó la importancia del uso de las tecnologías de la información y redes sociales como herramientas de conexión en los diferentes ámbitos de desarrollo de las personas.
Aunque en circunstancias de incertidumbre se incrementan los niveles de ansiedad y estrés y las personas tienden a encerrarse en sí mismas; la pandemia por Covid-19, evidenció que la solidaridad y el trabajo colectivo fueron vitales para superar las adversidades.
El ser humano es un ser interdependiente que se realiza en la vida en comunidad, y a través del trabajo conjunto ha logrado grandes proezas y avances para la humanidad a lo largo de la historia. Las redes de solidaridad articuladas en diferentes organizaciones de la sociedad civil son un reflejo de una cualidad innata de las personas, como es la empatía o la capacidad de sentir y entender las emociones de los demás.
La empatía aunque sea una característica innata de los humanos, al ser una habilidad, debe ser incentivada y ejercitada para que pueda desarrollarse. No cabe duda, que la crisis sanitaria actual ha sido una oportunidad para poner en práctica la empatía y la solidaridad como cualidades necesarias para la supervivencia de la humanidad.