El antimorenismo

Después de haber tenido los resultados de la primera vuelta electoral hemos sido testigos de cómo muchos iluminados nos han hecho el favor de darnos interpretando los porcentajes y los números arrojados por el CNE.

Nadie se quiso concentrar sobre el triunfo electoral de Arauz sino más bien sobre la importancia de llegar segundo, tercero o inclusive cuarto. Los que perdieron son los que importan. Pero lo que más duele es que estos iluminados han marcado peligrosamente la agenda electoral con la anuencia del CNE y de muchos otros sectores institucionales y mediáticos que evidentemente consideran normal lo que está pasando en un país que va perdiendo todo respeto por la democracia y sus reglas más elementales como la igualdad de condiciones en elecciones.

Así que, a los que les gusta andar sumando y restando en el campo esotérico matemático, nos permitimos ponerle un dato porcentual que hasta ahora han ignorado y que, en cambio, inclinará la balanza en la segunda vuelta.

Me refiero al más grande número de votos que jamás se ha visto en el país y del cual deberían aprovecharse, en lugar de seguir elucubrando sobre cómo ganar la segunda vuelta, tanto la derecha como la izquierda: el antimorenismo.

El antimorenismo es una realidad que une a prácticamente todo el electorado y que quiere poner fin a estos cuatro años de deriva estatal.

Estamos sin vacunas para el Covid-19, sin vacunas pentavalentes para los bebes, sin ministro de Salud, sin instituciones, sin trabajo, etc.

Pero hay que seguir hablando de Yaku y de Lasso y de cómo seguramente ellos le ganarán a Correa porque la política está por encima de la vida de las personas. Nadie quiere hablar críticamente del actual gobierno.

Pónganse en los zapatos de los padres del niño o de la niña que no cuenta con una pentavalente o en lugar de aquellos pacientes que deben esperar para entrar en una UCI o de aquellos que no cuentan con los insumos mínimos para seguir luchando en contra del cáncer o de otras enfermedades terminales y luego, si tienen el valor, sigan hablando de quien llegó segundo y de los pactos circenses.