La sequía de algunas provincias hermanas como Manabí, Loja, El Oro dieron cabida a miles de ecuatorianos a buscar mejores días en este hermoso lugar en donde se repartieron tierras y grandes extensiones de terrenos selváticos se fueron constituyendo en haciendas productoras de variedad de sembríos, explotación de madera, ganadería. Los colonos abrieron trochas de esperanza y caminos que los llevaron a la gloria de trabajo y por supuesto mejoró con sacrificio su economía y afincaron su domicilio y residencia.
La Ciudad poco a poco fue aumentando su estándar de vida y creció en forma desordenada, sin planificación; que hasta ahora encontramos en pleno centro sin servicios básicos, centenares de vendedores ambulantes que dejaron el campo y encontraron en la Ciudad el lugar apropiado para sus quehaceres, pero esto se convierte en foco, de toda clase de enfermedades por la aglomeración desmedida de las ventas, que se hace imposible controlar.
2015 se produce una devaluación monetaria en Colombia y como somos un País dolarizado se produce la presencia desde la frontera la llegada de miles de ciudadanos que buscan mejores días; en próximos años la crisis económica, moral y financiera de Venezuela todos conocemos los resultados nuestro Cantón y Ciudad “ es el sueño” donde se han llenado las calles y negocios que compite en algunos casos deslealmente con los nuestros.
Marzo 2020 a nivel del mundo se produce una pandemia Coronavirus. COVID 19, que pone en jaque a la humanidad; 2021 encontramos OTRA VEZ SANTO DOMINGO lleno de habitantes, son miles de ciudadanos quiteños y de otras ciudades cercanas los que llenan mi Ciudad y hay una razón QUITO ES UNA Ciudad de burócratas que no saben trabajar en el campo ni en otros menesteres que buscan Santo Domingo para llenar sus calles de vendedores que luego regresan a su lugar y no aportan en lo más mínimo al desarrollo de la Ciudad que les da trabajo.