Ciencia y tecnología

Eduardo Naranjo Cruz

Encaramos la cuarta revolución industrial y la historia muestra anteriores escenarios en los que países que desarrollaron nuevos conocimientos se hicieron poderosos, sin embargo, actualmente el ejemplo de Asia con saltos espectaculares alcanza y supera a los viejos líderes de la modernidad, porqué América Latina no logra esos horizontes.

El potencial humano es similar, pero las políticas no han podido instrumentar un cambio para alcanzar nuevos conocimientos. ¿Somos poblaciones con limitaciones atávicas? En investigación y desarrollo nuestro entorno es limitado: Brasil, México y Argentina tienen inversión, pero aun así no tenemos logros como Corea, Singapur, la India y la increíble China, que en 35 años cambió de un estado campesino a nivel de primera potencia.

La ciencia y la tecnología creó nuevos conocimientos y millonarios en Silicon Valley, en tiempos cortos. Hoy México se vanagloria de su propio centro de I + D en Guadalajara. ¿Darán el salto? Es posible, aunque sumergidos en violencia y corrupción que podría incidir en su progreso. Brasil es el país que más ha invertido de todo el continente, sin embargo, sus vaivenes políticos han incidido negativamente en la creación de proyectos científicos que atraigan inversionistas. Este sueño requiere de muchos recursos y es donde necesariamente deben aparecer los inversionistas para desarrollar y potenciar resultados, extraña nuestra poca capacidad de desarrollar proyectos, quizá factores indelebles desde los centros de poder no permiten ser más que suministradores de materias primas, o será influencia de un pasado colonial tortuoso que limita salir adelante y crear ciencia y tecnología disponiendo la inmensidad y variedad de recursos que estas tierras aún poseen.