Personaje

“Este es un intento de llegar a la grandeza de Dolores Cacuango que no lucha sola, sino con su pueblo”, Raquel Rodas.
“Este es un intento de llegar a la grandeza de Dolores Cacuango que no lucha sola, sino con su pueblo”, Raquel Rodas.

Dolores, la pionera

Ocho años de investigación le tomó a Raquel Rodas, recoger las visiones y textos de la época que se tenían sobre Dolores Cacuango, para poder configurar el personaje. La primera edición se creó para las escuelas indígenas bilingües y esta segunda versión permite conocer la grandeza de la precursora de los Derechos Humanos en ‘Dolores Cacuango: Gran líder del pueblo indio’, volumen 3 de la ‘Colección Biografías Ecuatorianas’ del Banco Central del Ecuador. Hablamos con su autora, para conocer más sobre la obra.

¿Por qué escogió a Dolores Cacuango?

Fue por casualidad. Primero investigué la vida de Tránsito Amaguaña y en esa búsqueda descubrí a Dolores.

Ella es un personaje legendario en su zona. Cualquier persona mayor o joven ha oído hablar de Dolores. Repiten sus frases y conocen sus hechos principales. Es como que si su imagen estuviera flotando todavía en las tierras de Cayambe.

¿El texto es muy rico en cuanto a citas textuales de la propia Dolores. Cómo lo consiguió?…

Eso se debe a dos fuentes principales. Una, El Instituto de Estudios Indígenas y a Mercedes Prieto, quien me proporcionó el testimonio en audio de Dolores, grabado en sus últimos días.

¿Es acaso Dolores un icono de los años 40?

Hasta los 70, época en que ella surge, fue el referente máximo de los pueblos indígenas. Que no sólo se movilizó por la Sierra sino por la Costa, tratando de organizar a los sectores populares. Fiel convencida de los principios socialistas.

¿Por qué usted escribe sólo libros sobre mujeres?

Esa es mi vocación primera. Yo digo que he sido feminista desde que nací. Porque desde que me acuerdo me molestaban las cosas que ocurrían contra las mujeres, la violencia, la discriminación. Esa ha sido una conducta de vida para mí, crear lo que yo llamo la ‘genealogía femenina’. Ver de dónde venimos las mujeres, cuáles son nuestros ancestros, cuáles son las mujeres que nos abrieron camino…

¿Dónde está Dolores en esta genealogía?

Desde antes de Dolores tenemos a Cacicas que luchaban por la reivindicación indígena y ella desciende de Cacicas. Donde las mujeres tenían autoridad y eran respetadas en su comunidad. No sé en dónde está exactamente, pero es parte de eso.

¿Por qué la gente olvida a estas precursoras?

Porque la sociedad actual tiene estímulos que desvían la atención de cosas importantes y nos hacen poner la atención en lo banal.

¿En algún momento volveremos a retomar a nuestros propios héroes?

Tenemos y debemos ampararnos en la fuerza, la visión de esos y esas líderes que lucharon, abrieron caminos visionarios del porvenir.

¿Ahora que ha descubierto a Cacuango, cómo le ha cambiado la perspectiva?

Yo soy una mujer que venera a Dolores Cacuango porque ella siendo mujer, pobre, india y analfabeta supo superar todos esos obstáculos y demostrar que se puede ser solidario, valiente, visionaria y entregar una vida completa a la lucha por los demás.

¿Ella luchó por los demás pero a la final fue traicionada?

Bueno, esos son los grandes contrastes de la humanidad. Dolores sufrió la deslealtad, el abandono, la miseria, pero resurge purificada en este momento que la historia la reconoce. Por algo Guayasamín la pintó en el mural del Congreso y desde allí ella mira cómo pasa la historia.