La madre de H.P. no necesitó ser bruja para darse cuenta que algo andaba mal. Cuando llegó a casa notó que su hijo, de apenas cinco años de edad, estaba totalmente perdido, con un temor incontrolable y se quejaba de fuertes dolores en los glúteos.
Pero el niño calló, probablemente por temor al castigo. Sin embargo, la mujer sacó fuerzas de valor y logró convencerle para que le diga la verdad. Allí, sentada y nerviosa, el menor le contó que había sido abusado sexualmente por su padrastro.
La mujer no lo podía creer pero resultó ser cierto, pues los exámenes a los que fue sometido el niño dieron positivo. Con estas pruebas puso la denuncia en la Policía Judicial de Pichincha.
Al parecer alguien le sopló a tiempo al padrastro abusador, porque cuando los agentes llegaron el hombre ya se había ido. La Policía dijo que tiene la fotografía y también la identidad del agresor, quien hoy es buscado a nivel nacional.
El niño pasará en las próximas horas a órdenes de la Dirección de Policía Especializada para Niños(Dinapen), en donde le darán ayuda sicológica, pues está muy afectado en su parte emocional.
En la Policía alabaron la actitud valiente de la madre, pues hay decenas de casos parecidos, donde por temor al escándalo o represalias los familiares más cercanos deciden callar.