La producción agrícola es uno de los pilares fundamentales para el progreso de Pelileo. En varias comunidades se desarrolla la agricultura como fuente inmejorable de trabajo.
Según los sectores y las propiedades del terreno se pueden encontrar producción de mora de castilla, legumbres, tubérculos, babaco y hasta mandarina; sin embargo, el producto con mayor acogida entre los agricultores sin duda es el tomate de árbol.
La producción de esta fruta en tierras pelileñas empezó hace ya varios años, pero se la realizaba de manera empírica y a base de químicos. Los tiempos cambian y la forma de trabajo también, los productores han optado por la producción limpia de tomate de árbol.
En la actualidad los agricultores emplean brebajes preparados con hierbas amargas, melaza y sulfato de cobre permitido en la agricultura orgánica para fumigar las plantaciones, lo cual da un mejor tratamiento y sobretodo una mayor comercialización, comentó Ángel López, productor del sector de García Moreno.
Esfuerzo
Mientras se pierde entre las grandes plantas de este apetecido producto, Ángel manifestó que lleva más de 20 años cultivando el tomate de árbol, y aunque es un trabajo bastante sacrificado no logra separarse ni un solo instante de estas plantas, ya que son el sustento de su familia.
El productor recuerda que antes se trabajaba con las plantas naturales, pero hoy en día se mejora la variedad de tomate con la técnica de injertos.
A decir del agricultor esta técnica permite que la planta sea más resistente a las plagas, a las enfermedades, se adapta fácilmente al terreno y soporta la sequía.
Producción
Un paisaje maravilloso presenta la parroquia Chiquicha a 25 minutos al oriente de Pelileo, donde el color rojo de los tomates maduros se destaca en las verdes y anchas hojas de las plantas que adornan los huertos.
Las ramas parecen quebrarse por el peso de la fruta, que es utilizada como materia prima para preparar mermeladas, jugos y pulpas, por lo cual María Ramos, agricultora, afirmó que se deben realizar una especie de soporte, técnica denominada paraguas, para que las ramas no se caigan.
Con un palo en el centro y varias piolas María toma las ramas de la planta y resguarda los frutos al tiempo que comenta que esta técnica la aprendió gracias a las charlas a las que asiste. (FCT)
En Chiquicha aproximadamente el 80% de los agricultores tienen cultivos de tomate por lo que han optado por asociarse.
Varias familias conforman la Asociación de Productores Agroecológicos Turísticos Chiquicha, la misma que con el apoyo técnico de la Municipalidad local, y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) fortalecen la producción a través de la capacitación y la aplicación de producción agroecológicas.
Para Vinicio Morales, presidente de la Asociación, producción agroecológica no solo significa trabajar sin químicos, sino también adoptar varias prácticas organizativas que aporten a la producción.
“Aquí fertilizamos con el abono orgánico, el estiércol que sale de los propios animalitos que tenemos en casa, así como también preparamos bioles y otros insumos naturales”, manifestó.
Vinicio es productor de legumbres, hortalizas y tomate de árbol de forma orgánica, tiene más de 1.200 árboles injertados en palo bobo cuyas plantas crecen en medio de hierbas aromáticas como menta, manzanilla y otras especies que actúan como repelentes para alejar a los insectos.
Daniel Oña, técnico de la Unidad Agropecuaria del Municipio de Pelileo, manifestó que en este cantón hay más de 150 hectáreas en producción, de las cuales el 50% entraron en el cultivo limpio. «Es un proceso largo, al agricultor hay que educarle para que retorne a los cultivos ancestrales».
El árbol de tomate crece de dos a seis metros y su tallo es semileñoso. Las flores son pequeñas y miden de 1,3 a 1,5 centímetros de diámetro, tienen un color blanco-rosáceo.
Por lo que Oña recomienda sembrar cada planta a una distancia de 1,5 metros de ancho por tres metros de largo, lo cual permitirá tener entradas de luz al terreno con el fin de minimizar la humedad y con esto las enfermedades.
El técnico manifestó que el consumo de tomate de árbol fortalece el cerebro y la memoria, cura migrañas y cefaleas severas, controla la rinitis y beneficia el sistema circulatorio.
Como bebida se prepara en jugos y sirve para reducción de peso. El aceite de esta fruta es rica en vitamina F y es utilizado para tratar enfermedades de la piel, incluso para aminorar las líneas de expresión del rostro por lo que si visita Pelileo no dude en probar esta exquisita fruta desde la mano misma de los productores, aseguró.