Creatividad, entusiasmo y mucha concentración es lo que demuestran los niños que participan en los talleres vacacionales de la Casa de Montalvo. Pintura, escultura y manualidades son las opciones que roban más su atención.
Con un pincel y muchos colores Thais Yandum, de 5 años de edad, deja volar su imaginación al realizar una escultura, ella juguetea mágicamente con sus manos mientras va dando forma y color a su obra. “Me gusta mucho, estoy haciendo un osito”, comentó sin perder detalles de las indicaciones de su maestra.
Cerca de ella está su hermana Sheyla Yandum, quien también practica este arte.
En otra aula las herramientas parecen tomar vida en las manos de un sin número de niños de diferentes edades, quienes muestran su pasión por la pintura.
Alrededor de 260 niños comparten este gusto en diferentes horarios y desde los 4 años hasta los 16.
Motivación
El artista Gonzalo Tayo es el responsable del taller de pintura, quien manifestó que es importante que los niños vayan vinculándose a la práctica de las artes y la cultura, lo cual permite que se desarrollen sus aptitudes.
“A través de la pintura por ejemplo se les motiva que ellos pueden realizar las cosas, que no tienen límites y que nunca renuncien a sus sueños”, dijo Tayo.
En el taller todos los niños empiezan a trabajar con los materiales que utilizan los grandes maestros como bastidor, óleos, tela, entre otros, lo cual motiva a los pequeños.
Importancia
Para Leticia Rosero, profesora de escultura, el trabajo con artes plásticas desde tempranas edades es muy importante porque desarrollan su creatividad, imaginación, la motricidad y muchas habilidades.
DATO
Más niños de la ciudad se interesan por las artes plásticas, cerca del 20% incrementó la demanda de lo cursos en estas vacaciones.
“Las artes plásticas les permite explorar y manipular los materiales con lo que su intelecto se despierta para imaginar cosas y construir con sus manos”, dijo Rosero.
Según la artista luego de un año lectivo agotador donde están pensando en sus materias escolares, tomar un respiro con las artes plásticas para los niños es un verdadero desahogo, además de relajarlos y desarrollarlos como seres humanos.
Mientras los niños no quieren despegarse de su trabajo de pintura y escultura los padres aguardan pacientemente que ellos terminen lo que estén haciendo.
Carla Espinoza espera por más de dos horas a su pequeño hijo y asegura que es lo menos que puede hacer por él más aún cuando ha decidido inclinarse por la pintura. “Creo que como padres tenemos que apoyar a nuestros hijos en todo lo que a ellos les despierta interés”, comentó.
Luego de los talleres vacacionales, en la Casa de Montalvo, se plantea continuar desde septiembre con cursos permanentes, ya que han sido muchos los logros y los niños que encontraron su habilidad. (FCT)