Se pretendía efectivizar la detención después de su denuncia sobre un negocio petrolero y en ausencia del Presidente.
Al menos una veintena de policías, a bordo de cinco patrulleros, montaron guardia anoche en los alrededores de la vivienda del activista político Fernando Villavicencio, quien tiene orden de detención por el delito de divulgación de documentos protegidos. Hasta el cierre de esta edición se mantenía el operativo.
La esposa de Villavicencio, Verónica Saráuz, salió del domicilio y habló con la prensa y reveló que sentía temor, al igual que sus dos hijos de 5 y 10 años, de que se produzca un allanamiento tal como ocurrió hace un par de años. Aseveró que él no se encontraba en otro lugar.
A las 22.30, decenas de ciudadanos con pancarta en mano salieron a la avenida América y Naciones Unidas, cerca de la residencia que supuestamente iba a ser allanada, a gritar consignas en contra del Gobierno “porque protegen a los corruptos y pretenden en cambio detener a un denunciante de esa corrupción”.
Según la excandidata presidencial Martha Roldós, resulta extraño que esta orden de prisión se intente efectivizar “justamente horas después de que Fernando Villavicencio hiciera nuevas revelaciones sobre los negocios petroleros”, dejando entrever que el correísmo aprovechó la ausencia del presidente Lenín Moreno para intentar ejecutar esta “maniobra”.
Ramiro García, abogado de Villavicencio, indicó que si bien su defendido, quien se hallaba en Perú, tiene una orden de prisión preventiva en su contra, también acumula medidas cautelares a su favor emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), “que deberían prevalecer”, agregó. (SE)