Ya nada queda

José Naranjo

Nada de lo que hicieron es confiable aunque los enunciados iniciales hayan sido revestidos de una atmósfera de legalidad y buenas intenciones, ahora cada día que pasa se desnudan las realidades que movían esos aparentes proyectos en beneficio de las grandes mayorías, de la justicia social o de la equidad pomposamente publicitada, que desastre el que se descubre a cada paso, sea en la deuda, sea el petróleo, en las hidroeléctricas, en las comunicaciones, en la educación, en lo electoral, en la salud, en los estamentos de control y de justicia y un largo etcétera porque todo está contaminado y con tamaña desvergüenza lo niegan o tratan de ocultarlo porque han organizado la más grande maquinaria tendiente a tergiversar lo que a todas luces es inocultable, es la treta del infiel de negar hasta morir porque saben que antes ya se encargaron de contaminar a todo aquel que podría desenmascararles haciéndoles morder parte de la torta putrefacta de su corrupción debidamente organizada por una mafia enquistada hasta ahora en la administración de los puntos claves del gobierno que no les queda más que justificar lo actuado por sus líderes o de lo contrario serán revueltos en la misma podredumbre como autores o cómplices para que no puedan denunciar nada de los grandes negociados.

Esperemos que el presidente Moreno tenga el valor de sacudirse de toda esa lacra que le afecta y que inclusive son capaces de montar aparatos de espía en su propio despacho, lo cual indica la verdadera calidad moral de a quienes se enfrenta y que no ameritan más dilaciones en solo enunciados sino en efectivas acciones en desarmar esta trama perversa que le acompaña en muy importantes cargos y organizaciones; el tiempo para hacerlo también juega una importante parte en el desmontar de la organización mafiosa una vez descubiertas sus verdaderas intenciones.