¿Quién entiende?

Rodrigo Santillán Peralbo

Si no fuera por el nuevo estilo de gobierno impuesto por el presidente Moreno que dio paso a los diálogos y al respeto a las opiniones ajenas, bien se podría afirmar que en el Ecuador nada cambia, en particular, la política económica que aumentó la fabulosa deuda y el proyecto de Ley para la Reactivación Económica que ha sido cuestionado por las derechas políticas, el sector productivo y estratos poblacionales que rechazan el uso del dinero electrónico, las tasas aduaneras que son un remozamiento de las salvaguardias, y la ya extensa carga impositiva. ¿Quién entiende la política económica bastante similar a la década pasada?

La gran empresa querría que el actual gobierno no cobre ningún tipo de impuesto y declare la libertad absoluta de mercado al mejor estilo neoliberal. Algunos ansían que se privatice todo cuanto existe: hidrocarburos, refinerías, hidroeléctricas, puertos, aeropuertos, TAME, telecomunicaciones, IESS, Issfa, Ispol y la mayor parte de la salud pública. Para esos grupos, el Estado debe existir solo para garantizar sus negocios y nunca para regularlos o inmiscuirse en los asuntos económicos que deben ser de responsabilidad privada.

El Estado debe procurar una absoluta flexibilización laboral según las reglas del neoliberalismo y, debe ser un ente que posibilite la organización de la sociedad con un fuerte aparato represivo que impida la rebelión de las masas ante tanta explotación. El neoliberalismo es el paraíso soñado por el sector privado-empresarial.

Esas propuestas radicales de algunos empresarios surgen ante un modelo que se ha mostrado incapaz de comprender la crítica situación económica. El equipo correísta mantiene el recetario que obliga al consumidor a pagar los incrementos; pues hay empresarios que solo quieren ganancias.

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