El país adopta política de cielos abiertos. Gremios piden definir metas concretas.
Entre los usuarios del transporte aéreo hay la expectativa de que el precio de los boletos se abarate con el decreto presidencial de cielos abiertos, en vigencia desde el miércoles.
Este era uno de los pedidos de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo (Fenacaptur), en momentos que volar de Quito a Guayaquil, Cuenca o Loja puede resultar más caro que viajar a países vecinos.
Holbach Muñetón, presidente del gremio, aplaudió la decisión, pero demandó que se fijen metas, plazos y responsables, para que esta política pública nacional arroje resultados.
Condiciones
El documento abre la posibilidad de que existan mayores oportunidades de vuelos, algo que deberán buscar los ministerios de Transporte y Obras Públicas y de Relaciones Exteriores en coordinación con los de Turismo y Comercio Exterior.
“Las negociaciones de convenios deberán respetar el principio de la libre y sana competencia, garantizando la prestación de servicios y previniendo prácticas desleales o el abuso de posiciones dominantes o monopólicas”, indicó.
Por parte de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas en el Ecuador (Arlae), no hay un pronunciamiento todavía sobre esta medida que, según el Gobierno, también busca promover la integración latinoamericana y beneficiar al sector turístico.
390
millones de dólares movió la actividad turística entre enero y noviembre de este año, según el Gobierno.“Todo depende del manejo económico que hagan los funcionarios responsables de este tema”, sostuvo Muñetón, quien aseguró que sí hay interés de aerolíneas extranjeras de abrir nuevas rutas en Ecuador.
Para Richard Dávila, presidente de la Asociación Nacional de Operadores de Turismo Receptivo (Optur), esta medida “debe estar acompañada de una seguridad jurídica y promoción del destino Ecuador” para atraer la inversión de las compañías.
En su criterio, son varios los beneficios de la política de cielos abiertos; entre ellos, la potencial llegada de más aerolíneas, libre competencia entre estas, reducción de tarifas aéreas y un posible aumento del turismo.
Situación actual
De acuerdo con un estudio de precios, divulgado este año por Fenacaptur, en lo relacionado a vuelos directos Ecuador es un país “comparativamente más caro” que sus competidores de la región (Colombia, Perú o Chile), aunque no para todos los mercados.
“Los precios más altos en vuelos con una escala son desde Alemania, seguidos de Ámsterdam (Holanda). Destacan entre los más económicos los vuelos desde Toronto (Canadá), al nivel casi de los países vecinos de Ecuador, y desde Estados Unidos, a niveles bajos en general”, indica la publicación (ver recuadro). (RVD)
Mi opinión en 60 segundos
César Posso, exdirector de la Dirección de Aviación Civil
‘Ecuador tiene una gran debilidad’
° “Pienso que en estos momentos Ecuador tiene una gran debilidad: no tiene empresas grandes de aviación como para poder enfrentar esto, entonces está abriendo el espacio aéreo, la explotación de este recurso para empresas extranjeras. El país, antes de poner en práctica plena esto, debería hacer alianzas estratégicas, obviamente me estoy refiriendo a empresas que no sean del Estado, directamente a TAME. Pienso que el Estado no debe tener empresas aéreas, es más fácil liquidar TAME a seguir subsidiando”.