María Paulina Aguirre: ‘Yo me considero una jueza independiente’

ENTREVISTA. Dos semanas después de su posesión, Aguirre recibió a La Hora en su despacho para este diálogo.
ENTREVISTA. Dos semanas después de su posesión, Aguirre recibió a La Hora en su despacho para este diálogo.

La Presidenta de la Corte Nacional nació en una familia de abogados. Cree que en la entidad debería haber 31 jueces. Su visión y el inicio de su trabajo.

María Paulina Aguirre Suárez, la primera Presidenta de la Corte Nacional de Justicia en la historia del país, nació y estudió en Loja. Viene de una familia llena de padres, tíos y abuelos abogados.

Su abuelo, Baltazar Aguirre Ruiz, fue juez y presidente de la Corte Superior de Loja en varias ocasiones, al igual que su tío, Agustín Aguirre. De ahí nació su inclinación por las Leyes. Por eso, nació y creció viendo libros de Derecho y procesos judiciales. Y nunca paró. Cuando fue estudiante de la Universidad Nacional de Loja, trabajó en la oficina de su padre, en el libre ejercicio de la profesión.

Ahora, tras varias semanas de posesionada, abre a La Hora las puertas de su despacho para conversar sobre su pasado, su presente y su futuro.

¿Por qué la Función Judicial y no el libre ejercicio de su profesión?
Sentí que a través de la Función Judicial podía servir mucho más. Pero, quién sabe, si mi padre vivía, tal vez me quedaba en el libre ejercicio con él. Desde que estoy en la Función Judicial he sentido que me pagan por hacer lo que me gusta y por ello he entregado prácticamente mi vida a esta tarea, hago lo que me gusta desde que me inicié, con absoluta convicción.

¿En algún momento pensó que iba a llegar a un puesto tan alto?
Creo que es una aspiración lógica de una persona que empieza una carrera judicial y va ascendiendo paso a paso, como lo hice yo. Sinceramente, no me planteé la Presidencia de la Corte, pensé llegar hasta la Corte y cumplir el periodo de nueve años, nada más.

¿Quién le propuso la Presidencia o fue producto de acuerdos?
Lo hizo Marco Rodríguez, otro funcionario de carrera que entró a la Corte en el último concurso y que pensó que yo podía representarlos adecuadamente.

¿Cuál ha sido el costo personal y familiar de dedicarse a la carrera judicial?
Todo tiene su costo. Se puede decir que, prácticamente, he vivido en la Función Judicial. Uno empieza a dictar una sentencia con tranquilidad ya cuando todos han terminado su jornada laboral y han abandonado las oficinas, cuando ya no se tiene que atender al público. Y eso implica quedarse hasta la noche. Es un sacrificio de la vida personal, de diversiones, de tranquilidad y de dedicar tiempo a las personas que más nos necesitan, que son los hijos. Ahora, con un hijo casado y yo sola, el sacrificio puede ser un poco menos. Cuando mi hijo estuvo pequeño, desde luego que se sacrificó el tiempo que como madre le debía.

¿Qué piensa de la igualdad de género y los derechos de la mujer?
Las mujeres tenemos exactamente los mismos derechos que los hombres, aunque nos cueste el doble conseguirlo, precisamente por nuestro doble papel de madres y esposas. Debo reconocer que eso se ha superado enormemente en el país y estamos viendo cómo muchas mujeres estamos en cargos de representación y altas dignidades.

Entrando en otra materia, de lo que usted conoce, ¿son aceptables las cifras del trabajo de la Corte?
Absolutamente aceptables. Las estadísticas dicen que estamos despachando muchos más procesos de los que ingresan y eso tiene su explicación, porque había una carga procesal acumulada de años. No obstante, hay abogados que dicen lo contrario y que salas como las de lo Laboral prácticamente han colapsado y ya no se dan abasto para atender.

¿Y usted sostiene que eso no es verdad?
No es una información certera. Es verdad que a la Sala de lo Laboral es a la que más ingresan juicios para casación, pero asimismo se despacha adecuadamente. A la fecha hay más o menos 600 juicios de dictar sentencia.

¿Cree que amerita un incremento de jueces?
Sí, se necesitan más jueces

¿Cuántos?
Creo que lo ideal sería una Corte de 31 jueces.

Hay quienes sostienen que la Corte se ha convertido en una especie de embudo, que aquí se detienen los juicios. ¿Qué opinión le merece?
La carga procesal que tenemos en la Corte Nacional es de todo el país y por más buena voluntad que tienen los jueces, no se avanza. En el periodo anterior no se presentó más allá de uno o dos proyectos de reformas legales.

¿Usted piensa recuperar esa iniciativa que les otorga la Constitución?
Es un tema que lo trataremos en el Pleno, para establecer qué reformas se necesitan y en qué materias. No se ha descuidado esa atribución, tal es así que fuimos nosotros los que trabajamos por mucho tiempo en el proyecto de Código General de Procesos. La resolución de 2010 en la que la Corte estableció la prejudicialidad para iniciar los juicios por peculado y enriquecimiento ilícito, con un informe de Contraloría con indicios de responsabilidad penal, ha dado mucho de qué hablar en estos años.

¿Es usted partidaria de que se reforme esa resolución?
No le voy a dar una opinión personal. Para hacerlo, tendría que consultar a todos los jueces.

¿Ha existido independencia judicial en los últimos tiempos?
Considero que la independencia de cada juez nace de él, es un tema de valores y principios. Yo me considero una jueza independiente. A mí nunca me han dicho qué es lo que debo hacer y, si lo hacen, no lo aceptaría. Creo que el juez que sienta que no puede ser independiente, no puede ser juez.

La venezolana Patricia Poleo develó correos de cómo autoridades del Gobierno de Rafael Correa pedían favores a los jueces…
No vi el reportaje, pero me comentaron. Me ratifico en lo que le dije, la independencia está en el juez. (LC)

FRASES

A mí nunca me han dicho qué es lo que debo hacer y, si lo hacen, no lo aceptaría”.Creo que el juez que sienta que no puede ser independiente, no puede ser juez”.

La carga procesal que tenemos en la Corte Nacional es de todo el país y por más buena voluntad que tienen los jueces, no se avanza”.